El paciente de Pola de Siero al que ha sido implantado el primer corazón artificial que se coloca en Asturias evoluciona de forma satisfactoria. "Está en su casa, haciendo la vida normal que permite el aparato. Sale de casa, es independiente y mejora su calidad de vida. Está con una serie de cuidados que necesita, pero está bien", afirmó ayer José Luis Lambert, responsable de la unidad de insuficiencia cardíaca del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Poco tiene que ver la situación de este fontanero calefactor de 44 años con la que presentaba antes de la intervención: "Ya no tenía vida, cada poco tenía que ir al hospital", explican los familiares de J. P. R.