La consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, tiene previsto trasladar hoy al PP el documento final con los detalles de la reforma que el Gobierno acometerá en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones para dar cumplimiento al acuerdo con los populares que permitió al Principado sacar adelante el presupuesto para 2017. Lo hará después de que IU y el PSOE escenificasen ayer otro enfrentamiento alrededor del tributo sobre las herencias, con los socialistas en posición de defensa frente a la acusación de "hipocresía fiscal" que les envió el portavoz de la coalición en la Junta. Hipocresía, argumenta Gaspar Llamazares, porque "por un lado defiende el mantenimiento del impuesto y la armonización fiscal y por otro negocia la rebaja tributaria entre bambalinas". El diputado ve a la región inmersa en "una subasta fiscal que puede poner en peligro los ingresos de la comunidad autónoma" e insta al Gobierno a informar del coste real de la operación, habida cuenta de que elevar el mínimo exento a las herencias de 200.000 euros ya salía por 20 millones de euros y ahora se van a eximir los legados inferiores a 300.000.

El portavoz socialista, Fernando Lastra, opone la convicción de que su grupo y el Gobierno defienden sin dudas "la conveniencia de que siga existiendo el impuesto", pero "mejorándolo con la corrección del error de salto y la subida del mínimo exento". Lastra invita a Llamazares a considerar que "la defensa de las políticas públicas se hace con el presupuesto" y que el de 2017 lleva dentro "un acuerdo político para modificar el impuesto" que fue discutido en la mesa de negociación en la que estaba IU. "Sin hipocresía, con transparencia y claridad".