“Si en dos años no se ataja, habrá que convivir con la polilla guatemalteca”. Así de rotundo se manifestó ayer Máximo Braña, técnico de sanidad vegetal del Principado, en una reunión con vecinos de Monteana, la zona de Gijón afectada por la aparición de dos focos de la plaga que asuela cosechas enteras de patata. Braña insistió en la necesidad de una colaboración fiel entre los vecinos que cultivan tubérculo y la administración regional. Por eso insistió en que todo el que tenga patata cultivada en la zona de seguridad -un radio de un kilómetro alrededor del almacén donde se detectó presencia de la polilla- debe declararlo para que técnicos de la consejería de Desarrollo Rural inspeccionen el terreno de cara al posterior arrancado de lo sembrado.

Igualmente, deberán declarar sus cultivos aquellos que los tengan en zonas próximas al área de cuarentena, en la denominada “zona tampón”. En su caso no es obligatorio el arrancado de lo plantado, pero el Principado quiere tener controladas las fincas donde hay tubérculos. Por otro lado, en los próximos días se publicará un bando municipal en Gijón para que aquellos que tengan patata sin sembrar o almacenada en la zona de seguridad la entreguen. En todos los casos, el Principado concede una ayuda por las pérdidas.

La declaración de las parcelas con patata sembrada se puede realizar en la oficina comarcal de la consejería de Desarrollo Rural, en la calle Llanes, aunque los vecinos reclamaron ayer a Braña que se acerque un trabajador de la consejería a Monteana “un par de días” para facilitar el trabajo.

La polilla guatemalteca necesita patata para sobrevivir, de ahí la importancia de eliminar todo tubérculo en el área de seguridad. En Canarias el problema ha persistido y ahora conviven con ella, motivo por el cual las islas no pueden exportar patata y por el que los cultivos sufren cuantiosas pérdidas a causa del devastador efecto de la polilla.

Braña insistió en la importancia de la colaboración. “Tenéis que declarar las parcelas que están plantadas. Es muy importante. Cuando vengamos a hacer el arranque de la patata, no quiero que quede zona sin poder intervenir, porque eso es un foco. Si este año conseguimos entre todos destruir la plaga en la zona ya tenemos un año adelantado”, recalcó. Igualmente mostró su deseo de que el caso de Monteana sea puntual. “Espero que sea un foco de los dos almacenes nada más, pero tienen un potencial de expansión”, indicó. De ahí la necesidad perentoria de eliminar los cultivos de patata en la posible zona de expansión.