Un estudio realizado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) constata que existe un riesgo bajo de que la enfermedad causada por la bacteria Candidatus Liberibacter (LSO), presente en los cultivos de América y Nueva Zelanda, afecte a la patata asturiana. El trabajo detecta que los insectos presentes en España no son transmisores eficaces de la enfermedad. Un dato importante, ahora que parte del tubérculo asturiano está afectado por la plaga de la polilla.