Pedro Castillejo ha acudido a las nueve de esta mañana al Juzgado número 2 de Oviedo para dar su versión de los gastos -realizados preferentemente en sidrerías- que le atribuye el SOMA a lo largo de varios años. A su llegada a los juzgados, el exgerente de la Fundación Infide del SOMA ha señalado que "no hay nada que ocultar". Castillejo, que declara de manera voluntaria, ha apuntado que contestará a todo lo que le pregunte la jueza.

Las cantidades defraudadas ascienden a 72.000 euros, aunque, según la documentación del sindicato minero, podría alcanzar los 118.000, una pálida cifra respecto a la que se reclama a su antiguo jefe, José Ángel Fernández Villa, demandado por la apropiación de 420.000 euros. Castillejo podría dar hoy la campanada, quizá ante el temor de verse él solo en el banquillo. Y es que la familia de Villa ha iniciado el proceso para incapacitarle, lo que podría evitarle sentarse en el banquillo, aunque el SOMA considera que no lo impediría.

Castillejo ya fue convocado en su día por la magistrada Simonet Quelle Coto, pero en aquel momento se negó a declarar, manifestando no obstante que estaba en condiciones de justificar todos y cada unos de los gastos. Según la documentación del SOMA, Castillejo llegó a gastar hasta 10.000 euros al año, en su mayor parte con comidas y cenas en un amplio elenco de sidrerías de la región y de fuera de ella, ya que hay gastos también en México. Algunos meses, hacía hasta tres visitas semanales a estos locales, en ocasiones dos veces el mismo día.