"Vengo de Asturias, soy la novena generación de mi familia en Estados Unidos, soy latina, pero soy más americana que Trump". La actriz Eva Longoria reivindicó así en el programa "El hormiguero" sus raíces asturianas para criticar la política migratoria del presidente de EE UU. "Longoria es de Asturias", puntualizó la actriz ante una pregunta de Pablo Motos en alusión a su apellido.
Su ascendencia asturiana se remonta a Lorenzo Suárez de Longoria, que llegó al virreinato de Nueva España en México en 1603. "Cuando marchaban a hacer las Américas todos acoplaban el nombre del pueblo al apellido", explica Rosa Fernández, vecina de Longoria.
En este pueblo de Belmonte de Miranda ya están acostumbrados a que su nombre suene en el mundo entero, aunque aquí no se conserva el apellido de Longoria. "Nadie se apellidó nunca así", recalca Esther Fernández, "hace unos años se montó una revolución cuando dijeron que iba a venir Eva Longoria; si llega la vamos a recibir bien, pero vivimos muy tranquilos sin famoseo". Otra vecina, Elvira Fernández, añade: "A mí me parece muy bien que presuma del pueblo porque así nos pone en el mapa y anima al turismo a venir".
Lo único que queda en el pueblo que recuerde a aquel Longoria que abandonó Asturias es la casa en la que vivió, que todavía ostenta en la fachada un escudo con un león. En ella viven Ubaldina López y sus dos hijas Rosa y Herminia Fernández. La compraron y restauraron hace casi 40 años. "Se la compramos a unas señoras que vivían en Grado. Estaba en muy mal estado, pero dentro había hasta una capilla", detalla Ubaldina mientras toma el sol junto a su vecina Alicia Álvarez. "Si viene le hago una empanada. Está muy guapa y es pequeña como yo", apostilla.
Los que sí han estado en Longoria son los primos de la actriz. "Vinieron desde California a conocer la casa y el pueblo. Uno de sus familiares es pintor y los otros son los dueños de bodegas Longoria. Mis hijos mantienen contacto con ellos a través del correo electrónico", explica Rosa Fernández. "Igual ella estuvo aquí de incógnito y no nos enteramos, porque si le quitas los tacones y el maquillaje pasa desapercibida", bromea, y añade que "nos gustó mucho verla en 'El hormiguero'. Seguimos su vida porque es nuestra embajadora. Antes de conocer sus raíces, una compañera de trabajo ya me dijo que vivía en el pueblo de una actriz".
Por el momento, lo más cerca que han estado de ella es en un montaje que guarda Herminia, la hermana pequeña de Rosa. Una foto de los vecinos junto al cartel del Longoria, que publicó LA NUEVA ESPAÑA, y a la que, gracias al pegamento, se ha añadido a la actriz.
Longoria, el edén de Eva en el Suroccidente, sigue esperando a su embajadora.
