"Arrepentido" y reconociendo que había realizado un comentario "desafortunado". Artemi Suárez no eludió ayer de bochorno de tener que pedir disculpas, por todas las vías posibles, incluso por el mismo medio donde se generó la polémica (la red social Facebook), acerca de las manifestaciones que en las últimas horas del miércoles abrieron una brecha en la principal organización juvenil del Principado, el Conseyu de la Mocedá. "Mi intención era apoyar a esas empleadas de hostelería que viven una situación de violencia mientras están ejerciendo su trabajo", manifestó Suárez, "comprendo que se haya entendido como una incitación a la violencia pero en ningún momento me vi inmerso en una situación de este tipo". Mas aún, el joven subrayó que ha vivido en sus propias carnes alguna situación de violencia mientras se encontraba de fiesta por Gijón. Hosteleros y vecinos atribuyen a las pandillas juveniles haber convertido la zona de Begoña "en el Bronx".

"Quiero manifestar mi total y absoluto arrepentimiento por el lamentable e injustificable comentario que realicé", indicó Suárez en un comunicado público. "Lamento cualquier posible daño u ofensa que haya podido causar y reitero mis más sinceras disculpas".