La decisión de Fomento de abrir el túnel de Pajares con ancho estándar, el específico del AVE, "obliga" al Ministerio a invertir 145 millones en la rehabilitación de la decimonónica rampa para el paso de las mercancías, una actuación que amenaza la circulación ferroviaria entre Asturias y la Meseta, ya que se va a ejecutar antes de que abra al tráfico la Variante y no existen rutas alternativas. "Si, por ejemplo, para cumplir con los reglamentos europeos, la modernización del trazado obliga a ensanchar los 63 túneles es seguro que se interrumpirá la circulación", advierte un técnico asturiano que ha estudiado con detalle las características del trazado.

Sin llegar a un corte total del tendido por un largo periodo de tiempo, compatibilizar los trabajos con el servicio ferroviario conlleva un evidente riesgo de restricciones y retrasos para los trenes de pasajeros y de carga.

La Plataforma Tecnológica Túneles de Pajares ha escrito al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, para solicitarle el proyecto de mejora de la rampa que tiene que aprobar la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria sobre los gálibos de los túneles, material rodante y energía. El colectivo presidido por Vicente Luque Cabal reconoce que se trata de una actuación de "gran complejidad". Además, advierte de que si no hay mercancías por el túnel se incumplirían los términos de las ayudas concedidas por la UE para la Variante y los criterios de su Tribunal de Cuentas para evitar "inversiones ineficaces e insostenibles, con elevado riesgo de despilfarro".