La idea de partida de la mayor parte de los participantes en la Conferencia de Expatriados Iraquís es que desde la guerra de 2003 que supuso el derrocamiento de Saddam Hussein, Iraq es un país ocupado y gestionado por una sucesión de gobiernos corruptos. No solo eso. Occidente bendijo la creciente influencia de Irán en territorio iraquí. Y los iraquíes no olvidan la terrible guerra entre ambos países, que las potencias occidentales observaron desde lejos y, algunas, frotándose las manos ante el volumen de negocio armamentístico.

Los medios de comunicación ponen el foco estos días en la situación en Siria, el ataque químico contra la población civil supuestamente perpetrado por el ejército de Al Assad y la respuesta de los Estados Unidos con el lanzamiento de 59 misiles tomahawk contra una base aérea siria. ¿Cambio brusco de rumbo de la política estadounidense con Donald Trump al frente? Carlos Varea no lo cree en absoluto: "Los Estados Unidos seguirán aceptando la supervivencia de Al Assad". El papel de la Unión Europea también se explica claro y rápido: "nunca ha tenido poder decisorio".