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Asturama

Asturias pone una pica en Panamá

La visita del catedrático Agustín Costa al país caribeño como experto de la Agencia de Energía Atómica fructifica con el intercambio de profesorado y alumnado

Costa y Brenda Itzel Checa Orrego, en los laboratorios de la Universidad de Florida en Panamá con un dispositivo de la empresa asturiana Dropsens. A la derecha, una de sus conferencias en Panamá ante universitarios. LNE

Oviedo , C. JIMÉNEZ

La Universidad asturiana jugará un papel destacado en el desarrollo profesional de los jóvenes de Panamá, de donde acaba de regresar el catedrático de Química Física y Analítica, Agustín Costa tras haber sido nombrado como experto en aquel país por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que trabaja en el área de alimentación y agricultura para promover y facilitar la mejora de la seguridad alimentaria y la inocuidad de los alimentos. Una vez de vuelta, Costa asegura que "se abren puertas y nuevos horizontes que beneficiarán no solo a la Universidad de Oviedo sino a la presencia de España en Panamá". Por el momento, está en marcha el intercambio de alumnado y profesorado entre las Universidades de La Florida y Panamá con la institución académica asturiana.

"En la Universidad de Panamá hay poca infraestructuras. El Estado no provee de demasiados medios al profesorado, se encuentran bastante desnudos en ese aspecto y tienen interés en finalizar su formación de doctorado en Asturias", detalló el catedrático, feliz por los contactos establecidos durante su estancia panameña. "Allí está menos desarrollada la parte instrumental y quieren sacar adelante tesis de cierto prestigio. La idea es que puedan hacer el doctorado en la Universidad de Oviedo y que su investigación cristalice para que apliquen allí nuevas técnicas que tengan continuidad en el tiempo", prosigue Costa.

De su experiencia panameña, además del cariño con el tratan allí a todos los españoles, se queda con la receptividad de las autoridades del país a "sacar partido" de este intercambio. Una de sus labores en aquel país era asesorar a los responsables del Ministerio de Desarrollo Agropecuario a desarrollar nuevos métodos de análisis para el control de tóxicos en los cultivos, tanto metales como pesticidas. "Habían adquirido instrumentación comprada en Asturias -a la spin-off universitaria, Dropsens- y querían aprovechar todas sus potencialidades", señala. "Allí tienen muchas posibilidades de exportación de frutos tropicales; no solo quieren que el Canal dé dinero, sino introducirse también en el mercado mundial", subraya.

"Para ello, necesitan posicionarse no solo por la extraordinaria calidad de sus frutos sino que también estos se encuentren exentos de tóxicos", continúa Costa. La condición caribeña del país implica la presencia de gran cantidad de insectos que generan problemas a las cosechas. Para protegerse se realiza un uso excesivo de fungicidas y lo que plantearon desde el Ministerio de Desarrollo Agropecuario es proteger los árboles de todo tipo de hongos e insectos sin incumplir la normativa sobre pesticidas.

Como experto en el desarrollo de sensores, Costa les orientó sobre el uso de estos dispositivos miniaturizados en los cultivos para detectar "in situ" si algún análisis resulta dudoso. De esta manera se evitaría colapsar los laboratorios centrales del país y únicamente se enviarían aquellos casos donde exista alguna sospecha de la presencia de contaminantes en las frutas. "Es un país en pleno desarrollo, en los próximos diez años será bestial su crecimiento", relata el catedrático de Química, sorprendido todavía por una imagen que guarda en su teléfono móvil en la que se aprecia la expansión panameña de la última década: el primer rascacielos de la ciudad es hoy un edificio de unas pocas plantas flanqueado por decenas de torres que se encuentran entre las 200 más elevadas del mundo.

"El Canal ha dinamizado mucho la economía del país, que a la vez es uno de los de mayor diversidad del mundo. Por la calle ves las dos velocidades que hay en Panamá: las clases más pujantes y los que hacen el pollo frito en la calle", prosigue sobre su experiencia, en la que también tuvo la oportunidad de entrevistarse con los responsables de la Universidad de Florida en Panamá. "Vi en ellos un enorme interés en mantener relaciones con nuestra Universidad", explica Costa. Tanto es así que tras su primer contacto con los responsables del área de Internacionalización ha sido nombrado coordinador de los intercambios entre la institución docente asturiana y los panameños.

"Los españoles estamos muy bien vistos allí", proclama con orgullo el catedrático, "uno se siente muy arropado". Esa buena acogida se hará recíproca con la visita esta Semana Santa en la Universidad de Oviedo de varios doctorandos e investigadores de la Universidad de Panamá. "Fueron días de trabajo intenso pero tras la visita vieron en mí a una persona con quien poder iniciar una línea de investigación. Se ha cumplido el objetivo", constata Costa.

A los intercambios de alumnado y profesorado se sumará el asesoramiento para que los técnicos del Ministerio de Desarrollo Agropecuario de Panamá puedan "sacar partido" a la instrumentación adquirida en el Principado de Asturias.

"Nosotros aportamos los medios y conocimientos para el desarrollo de sensores contra los pesticidas", explica sobre los contactos establecidos de los que, a la vez, "se verá beneficiada nuestra Universidad y la presencia de España en Panamá".

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