Las tradicionales procesiones de Semana Santa, y las carrozas de El Bollo y la Comida en la Calle de Avilés se celebrarán este año bajo extremas medidas de seguridad. Es la consecuencia de que el Gobierno mantenga el nivel 4 de alerta tras los atentados yihadistas que se vienen sucediendo desde el verano de 2015. Además de reforzar el número de agentes vestidos de uniforme y de calle, se prohibirá el paso de camiones mediante la instalación de bolardos, jardineras y barreras móviles por las vías que vayan a discurrir las procesiones, y aquellos que tengan que pasar se someterán a controles de seguridad, según confirmaron ayer fuentes de la Policía Nacional.

La semana pasada hubo varias reuniones de coordinación entre el Cuerpo Nacional de Policía y las policías locales de las grandes ciudades para preparar los dispositivos de vigilancia. No se facilitan datos sobre el número de agentes con los que se refuerza la seguridad, ni su ubicación. Tan sólo que se desplegarán agentes de la Unidad de Intervención Policial con armamento propio de las unidades militares del Ejército, aunque no serán visibles para no crear alarma entre los ciudadanos. También habrá agentes vestidos de calle entre el público en los actos en los que se produzca concentración de personas.

A las tradicionales procesiones se suma este año el incremento del número de turistas que se prevé visiten la región durante los días festivos de Semana Santa. También se ha reforzado la vigilancia en el Aeropuerto de Asturias y las estaciones de tren y autobuses.

Las mayores medidas de seguridad se desplegarán en las tres grandes ciudades de la región: Gijón, Oviedo y Avilés, aunque según las actividades que se desarrollen en otras localidades, como en Luarca, también se tomarán medidas puntuales en ellas, explicaron fuentes policiales.

Asturias es una región segura y con unos índices de delincuencia muy inferiores a la media nacional. Pero el hecho de que el Gobierno mantenga la alerta por riesgo de atentado terrorista en el grado 4 de un máximo de 5, obliga a aplicar las mismas medidas de seguridad en todo el país, aunque sin provocar alarma.

El grado 4 se estableció en junio de 2015 tras los atentados de Túnez, Francia y Kuwait. El atropello múltiple en Berlín el pasado diciembre, con 19 víctimas mortales, hizo que el Gobierno decidiera mantenerlo indefinidamente. Los últimos atentados en Estocolmo, donde murieron cuatro personas, y ayer, Domingo de Ramos, en Egipto, con medio centenar de fallecidos, han provocado que se considere que la necesidad de reforzar la vigilancia es aún mayor. Pero eso no significa dar un paso más y decretar el grado 5, que supondría incluso el apoyo del Ejército en la calle, lo que se considera excesivo y no recomendable por los expertos.

Ninguna ciudad de Asturias figura entre las que corren mayor riesgo de sufrir atentado en Europa, pero según inciden desde el Cuerpo Nacional de Policía, "cuando se trata de la seguridad, nunca se puede bajar la guardia". De ahí que en el Principado se apliquen las mismas medidas que en grandes urbes como Madrid, Barcelona, Sevilla o Bilbao.

Fuentes policiales indicaron que las policías locales seguirán las mismas directrices que el pasado diciembre con motivo de los festejos navideños, en los que la Nochevieja y las cabalgatas de los Reyes Magos fueron fechas muy complejas para las fuerzas de seguridad por la aglomeración de personas que se produce en esas actividades.