Estados Unidos no sólo quiere beber sidra asturiana, sino también producirla en casa. Y va camino de conseguirlo: el Ministerio de Agricultura ha importado 25 variedades de manzana española, de las cuales 17 proceden del Principado. Tras pasar por un período de cuarentena -todos los cultivos internacionales tienen que someterse a pruebas de laboratorio para evitar que los patógenos dañen las producciones locales-, algunos frutos de la región ya están a la venta en viveros de Nueva York. Los fabricantes americanos esperan una "explosión" del sector, ya que la entrada de manzana asturiana permite hacer sidras "al estilo español", completamente diferentes a las del resto del mundo.

O ése es al menos el objetivo. Aunque imitar el caldo regional no es tan fácil. "La bebida no será exactamente igual que la española porque para empezar el proceso de elaboración no es el mismo", reconoce en una revista estadounidense Ian Merwin, profesor de horticultura de la Universidad de Cornell, una de las instituciones que participan en el programa de importación de manzana española. Las variedades asturianas presentes en la Unidad de recurso de la genética de la planta del Ministerio de Agricultura en Ginebra (Nueva York) son 17: Blanquina, Clara, Collaos, Coloraona, De la Riega, Durona de Tresali, Ernestina, Limón Montés, Panquerina, Perico, Prieta, Raxao, Regona, Solarina, Teórica, Verdialona y Xuanina.

El Ministerio de Agricultura estadounidense somete estos frutos a un proceso de cuarentena, que dura alrededor de cinco años, antes de autorizar su cultivo. Este requisito es fundamental por dos motivos: para evitar que los patógenos que vienen con el producto extranjero afecten a los manzanos locales y en consecuencia a su economía, y por otro lado, para adaptar los frutos a las enfermedades, el clima y el terreno de Estados Unidos. El proceso consiste en pruebas de laboratorio y en exámenes prácticos.

El Sistema Nacional de Germoplasma está empezando ahora a autorizar la venta de algunas variedades españolas. Uno de los viveros que ya comercializa manzana del Principado en Nueva York es Commins Nursery. El responsable de operaciones, Tino Navarro, asegura a LA NUEVA ESPAÑA que es "emocionante", ya que hasta ahora sólo estaban disponibles variedades de sidra americanas, francesas y británicas. "Los fabricantes han tenido la tentativa de imitar la bebida asturiana pero no al nivel que esperamos a partir de ahora. La demanda es mucho mayor de los manzanos que podemos suministrar en estos momentos. Pero confiamos que en unos años ésto se pueda corregir", explica Navarro. Su empresa vende cinco tipos de frutos asturianos: Blanquina, Collaos, Coloraona, Raxao y Solarina. Y en unos meses tendrá disponibles otros cuatro recién salidos de la cuarentena: Perico, Teórica, Verdialona y Xuanina. "Con el crecimiento que ha experimentado la industria de la sidra en los últimos cinco años, hay muchos fabricantes que buscan hacer un producto completamente diferente al que hay aquí", expresa por su parte Greg Peck, profesor asistente de horticultura de la Universidad de Cornell, en la revista americana Draft.

En Estados Unidos hay hoy en día más de 600 productores de sidra, la mayor parte de ellos ubicados en Nueva York, California, Michigan, Washington y Oregon. La marca más vendida en América, Angry Orchard, empezó el año pasado a hacer sidra como la asturiana después de años dedicada a la fabricación de un tipo de un producto dotado de una fuerte carbonatación artificial que funciona como sustituto de la cerveza. Ahora los productores van más allá al adoptar manzana del Principado para hacer su propia versión de la sidra asturiana.