El campanu recuperó ayer su época dorada de cotizaciones, aunque estuvo lejos de superar la cifra récord de 2007. El restaurante As de Picas de Gijón, el mismo que ayer pujó 9.500 euros por el premio gordo del río Eo, pagó hace justo diez años 18.000 euros por un salmón de 4,4 kilos. Es una cifra que dista mucho de la del año pasado cuando se vendió un ejemplar de 4,1 kilos por 3.700 euros. En un año la fiesta del salmón ha incrementado su valor en 5.800 euros. Ya tocaba una subida así, después de años devaluada por la crisis y la polémica.

Fue 2011 el año negro. La subasta de un ejemplar de 5,8 kilos y 78 centímetros por 6.000 euros apestaba a fraude y así se demostró. El Juzgado de lo penal número 3 de Oviedo condenó a un año de prisión por estafa (no fue a la cárcel al carecer de antecedentes) al pescador del falso campanu, el valdesano Alberto Fernández Rubio, conocido como "Beto de Cortina". El tribunal sostuvo que el salmón se pescó en el río Esva y no en el Narcea como declaró el acusado cuando lo llevó al puesto de precintaje de La Rodriga, en Salas, para acreditarlo como el primer salmón de la temporada. Pero a lo largo de la historia del campanu (desde 2005) también hubo actos solidarios de pescadores. En 2014, Íñigo Justo Fernández donó los 5.500 euros que pagaron los hosteleros José Manuel Mori Cuesta y Borja Martínez a la asociación de apoyo a niños con cáncer.

Atendiendo a las estadísticas, el Narcea es el río que más ejemplares ha dado en la última década, con un total de seis de manera ininterrumpida entre 2007 y 2012. Y entre ellos, el de mayor peso, con 10 kilos. Fue en el año 2009 y lo pescó Gonzalo Álvarez en el Puente Quinzanas. El restaurante Bocamar de Oviedo se hizo con él por 8.500 euros. Por contra, el salmón más pequeño en estos últimos años fue el que se capturó en 2006 en La Volta, con 3,7 kilos. Lo pescó Paulino Fervienza y se vendió por 12.000 euros.