La presidenta del Congreso, Ana Pastor, impartió ayer en Vegadeo una lección magistral de democracia para enseñar a un nutrido grupo de alumnos de los institutos Galileo Galilei, de Navia, y del veigueño Elisa y Luis Villamil cómo funciona por dentro la institución que preside. Pero, sobre todo, aprovechó su participación en el IX Foro Comunicación y Escuela para hacer una férrea defensa de la labor de los políticos y arremeter contra la corrupción a la que calificó de "lacra" de la democracia: "Es incompatible estar en política y no ser intachable. El político tiene que tener los bolsillos de cristal y la inmensa mayoría es gente honesta, pero hay garbanzos tan negros que son los que generan rechazo entre la gente".

Pastor insistió en la idea de que los diputados, además de cercanos a la gente, deben ser "un ejemplo para la sociedad", ya que representan a miles de personas a las que deben "respeto". Los estudiantes demostraron que este asunto les preocupa formulándole varias preguntas al respecto, como por ejemplo si ve posible acabar con los corruptos. La política se mostró contundente y admitió que aunque se han dado pasos para frenarla, queda mucho por hacer: "La corrupción es la lacra más gorda de una democracia; ser corrupto significa que eres un delincuente".

Pastor reconoció que esta legislatura es "muy compleja" por la fragmentación del arco parlamentario y la existencia de un gobierno en minoría y de ahí que abogue por el diálogo entre los partidos para llegar a consensos en los "grandes temas". "Una de las cosas que hay que reivindicar para la política es el acuerdo y el consenso", precisó, al tiempo que se mostró partidaria de hacer leyes por consenso, pues así se garantiza su mayor pervivencia.

Sobre los nuevos partidos que se han incorporado en esta legislatura al Congreso, Pastor quiso dejar claro que no cree en "la nueva y vieja política" sino en la "buena y mala política". En ese sentido, se mostró crítica con algunas de las formas empleadas en el Congreso por buscar "la foto y el titular" y recordó que la institución es la "casa de la palabra": "No se es más eficaz por decir palabras más gruesas, sino por dar donde más duele".

Entre las preguntas formuladas por los jóvenes destacó la de una estudiante que se interesó por si Pastor percibía un trato machista por ser una mujer al frente de la principal institución del Estado. La diputada fue muy clara al respecto: "Sigue habiendo machismo y hay que erradicarlo. Se nota más cuanto más arriba te mueves. Algunos te miran lo justo y sigue oyendo eso de que hay que colocar mujeres. Creo que será una sociedad igualitaria cuando las mujeres digamos que hay que poner hombres".

La presidenta del Congreso, la segunda mujer tras Luisa Fernanda Rudi al frente de la institución, aplaudió la labor del Foro Comunicación y Escuela y explicó que esta invitación a hablar del Parlamento a los estudiantes encaja a la perfección en su plan para abrir y acercar el Congreso a la sociedad. Por eso animó a los jóvenes a interesarse por la vida parlamentaria y sobre todo a formarse para servir a la sociedad. "No hay ninguna barrera que no se pueda salvar en la vida, quizás a excepción de la enfermedad, con esfuerzo, dedicación y conocimiento", indicó la política, que estuvo acompañada por el vicepresidente primero del Congreso, el diputado asturiano Ignacio Prendes.

El coordinador del Foro, el docente Luis Felipe Fernández, agradeció la presencia de Pastor en la comarca y aseguró que contar con la visita de la tercera autoridad del estado "es algo muy importante que marca la historia del pueblo". Por su parte, el director del instituto veigueño, Javier Santos, hizo hincapié en la importancia de esta visita de cara a acercar el Congreso a los jóvenes y demostrarles que está hecho de seres humanos: "La democracia como las grandes palabras no están pensadas tanto para ser estudiadas como para ser vividas. La mayor contribución a la democracia es vivirla y activarla con nuestra participación como ciudadanos"

El coloquio con la presidenta del Congreso estuvo moderado por el redactor jefe de LA NUEVA ESPAÑA Vicente Montes y se prolongó por espacio de hora y media.