Los dos osos hallados muertos el pasado jueves en el arroyo de La Cimera, a unos tres kilómetros de la localidad de Combo (Cangas del Narcea), no fallecieron por disparos. Esa posibilidad es la única descartada una vez finalizadas las labores de necropsia en el centro de Deva del Serida.

Los plantígrados eran dos machos, uno de 202,5 kilos y el otro de 197. Fuentes de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales confirmaron que cada uno de ellos presentaba dos fracturas, pero que su estado general indicaba que estaban bien alimentados y en buenas condiciones.

Ahora todo queda pendiente de los resultados que arrojen los análisis del material enviado al laboratorio. Pero de momento, todas las hipótesis continúan abiertas salvo la de muerte por disparo.

Con estos dos nuevos ejemplares ya son cinco los hallados muertos en menos de un año. Con el añadido de que el oso que apareció en septiembre en Moal (Cangas del Narcea) sí murió de un disparo.

El último ejemplar hallado muerto, antes de los dos de Combo, fue una cría el pasado domingo día 2 en Llamera (Somiedo). El anterior fue encontrado el 8 de febrero en Moal (Cangas del Narcea) y se trataba de un ejemplar adulto en avanzado estado de descomposición.