La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un equipo asturiano lleva restaurados 20 kilómetros de vías de escalada, como la del accidente de los tres zamoranos, en los últimos 15 años

El programa cuenta con el respaldo de la Federación de Montaña, pero los escaladores reclaman apoyo económico de los parques nacionales

Un equipo asturiano lleva restaurados 20 kilómetros de vías de escalada, como la del accidente de los tres zamoranos, en los últimos 15 años

Un equipo de escaladores asturianos -o técnicos de reequipación-, coordinado por la Federación de Montaña, lleva quince años restaurando las vías de escalada y de alta montaña en la región, sobre todo en Picos de Europa. Este trabajo "en la sombra" les ha llevado a mejorar la seguridad de unos veinte kilómetros de vías, según el coordinador de este equipo, Eduardo Rodríguez de Deus. Y no solo en Asturias. "El Espolón del Jisu lo restauramos hace unos seis o siete años. Cambiamos muchos anclajes, que no eran fijos y que además eran muy antiguos. Se pusieron unos treinta clavos nuevos. Se rehabilitó todo el material salvo en la parte final, que es donde se produjo el accidente. Es la parte más limpia de equipamiento, con la roca más suelta", explicó Rodríguez.

El trabajo de estos escaladores consiste básicamente en eliminar los anclajes antiguos y en mal estado por otros modernos, preferentemente clavos en las grietas naturales, antes que los llamados "parabolts", seguros que se taladran en la pared. Y todo con una determinada ética. "Se trata de respetar la vía y devolverla a su estado original, eliminando los anclajes superfluos que se han ido añadiendo y saneando la pared, de forma que quede el menor rastro", explica Rodríguez.

Estos escaladores también retiran los bloques de piedra susceptibles de sufrir un desprendimiento, una labor de saneamiento que incrementa la seguridad. En el caso del Espolón del Jisu se limpió la mayor parte de la vía, que es bastante larga, 650 metros.

La labor de saneamiento se realiza bajo la supervisión de la Guardia Civil de Montaña. Todo el trabajo de los últimos años hace que Asturias sea "uno de los lugares donde mejor está el equipamiento, al menos en los Picos", según este escalador. El coste de renovar una vía es alto. Cada anclaje que se instala cuesta unos 12 o 14 euros. Por eso reclaman el apoyo económico de los parques nacionales, donde se sitúan buena parte de las vías. "Estamos en trámites para que se involucren. Deberían tener una partida específica para este tipo de trabajos que redundan en una mayor seguridad. Dan el consentimiento, pero no nos respaldan", añade Eduardo Rodríguez.

El guía de montaña cangués Érik Pérez también reconoce que Asturias es una de las regiones con vías más seguras. "Hay una mentalidad purista y los Picos no están cosidos como otras montañas. Y eso lo han reconocido alpinistas tan puristas como el británico Chris Bonington", indica. "Los guías de montaña estamos por no meter nada que quede forma permanente", indica, aunque admite que, con los anclajes en las vías, hay mucha polémica, puesto que hay partidarios de los "parabolts" permanentes. "Hay que meter la mínima parafernalia industrial. Tenemos que dejar las cosas limpias", añade. Y recordó la polémica de hace unos años, cuando se planteó instalar "parabolts" en la vía Pidal del Naranjo de Bulnes: "Era una falta de respeto".

Compartir el artículo

stats