Cabo Busto registró ayer la tercera racha de viento más intensa de todo el país: 110 kilómetros por hora a las ocho y media de la mañana. Fue el valor máximo de una jornada marcada por la inestabilidad. La borrasca "Utz", que entró por el Atlántico, dejó en el Principado fuertes lluvias, vientos, olas y nieve por encima de los 800 metros de altitud.

Esta combinación, más propia del invierno que de la primavera, obligó a rescatar a primera hora de la mañana al único tripulante del velero francés "Maururu", que se encontraba navegando en la zona oeste de Gijón. Efectivos de Salvamento Marítimo, a bordo del helicóptero Helimer 211, y la embarcación de Salvamar Rigel, participaron en el operativo que concluyó con éxito a las 9.30 horas. Las fuertes rachas de viento provocaron la rotura de una de las velas e hizo el barco "ingobernable", según explicaron fuentes de Salvamento Marítimo.

Además de Cabo Busto, el vendaval de Taramundi, con rachas de 92 kilómetros por hora, fue el quinto más importante de España y el de Cabo Peñas (89 km/h), el séptimo. El intenso oleaje también fue una de las causas de la pérdida de control del barco, que se dirigía "con peligro a la costa", como indicó el tripulante en su llamada. Aunque en ese momento en Gijón había olas de tres metros, la boya de Cudillero del Observatorio Marino de Asturias contabilizó olas de casi cinco metros (4,64 metros) a las cinco de la tarde. Una de las imágenes más bellas del día fue el impresionante arco iris visto en la playa de San Lorenzo de Gijón.

Mayo se estrenará hoy con cielos poco nubosos y con probabilidad de precipitaciones débiles y dispersas en la Cordillera y en el litoral, después de un fin de semana de contrastes. El sábado se acercaron muchos bañistas a las playas mientras que ayer fue día de paraguas y chubasquero. Los termómetros también experimentaron un importante descenso de temperaturas al pasar de máximas de 22 a 15 grados. Asturias está hoy en alerta amarilla (riesgo) por fenómenos costeros.