No se ha podido demostrar que las mujeres encontradas en el Models trabajasen en la prostitución, y por tanto no estuviesen aseguradas, por lo que la sección segunda de la Audiencia Provincial se ha visto obligada a absolver al propietario y el encargado del establecimiento, para quienes el ministerio público solicitaba año y medio de prisión. La Fiscalía también pedía el cierre durante dos de uno de los clubes de alterne más conocidos de Asturias.

Los camareros y dos de las chicas que supuestamente trabajaban en el Models en 2015 negaron en el juicio que el local fuera un club de alterne, e insistieron en que era una sala de fiestas y que al lado tenía un hotel que funcionaba de manera independiente. La Fiscalía acusaba al propietario de tener a 32 mujeres sin estar dadas de alta en la Seguridad Social.

La sentencia indica que las declaraciones de las chicas cuando se produjo la operación contra el club no se corroboraron en la vista del juicio, y que los agentes que actuaron no comprobaron que existiesen taquillas, o que a las mujeres se les entregasen tickets para cobrar un porcentaje por el consumo de alcohol de los clientes. Como en todos los juicios de este tipo, fallan los testigos.

El entonces propietario del Models, M. A. L. R., declaró en el juicio que el día de la inspección estaba de viaje, pero añadió que "nunca" tuvo personal trabajando sin dar de alta. El otro acusado, supuesto encargado del club, explicó que era el jefe de sala y que su cometido era coordinar exclusivamente a los camareros y a los proveedores, pero no contratar a personal. También negó tener que ver con el hotel y señaló que las mujeres que estaban en el local aquella noche "eran señoras clientas, como los clientes" masculinos.

De nada ha servido que los agentes que actuaron la noche que entraron en el Models declarasen que las mujeres que había en la sala iba "con ropa muy corta y provocativa".

Dos de aquellas chicas negaron en la vista haber declarado que trabajasen en el club. Ambas coincidieron en que habían ido "con amigos a la sala de fiestas". También negaron que vivieran en el propio club. Una de ellas dijo que se había quedado con una amiga a dormir porque habían bebido, a lo que la fiscal le respondió: "¿Tres años se quedó a dormir?", en referencia al tiempo que le constaba que había permanecido ocupando una habitación.