Los efectivos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil permanecieron durante dos jornadas junto a los cuerpos sin vida de los tres montañeros zamoranos muertos la pasada semana en El Jisu, según confirmaron a este periódico fuentes familiares. Los guardias civiles no sólo acondicionaron los restos mortales en el momento de su hallazgo sino que se mantuvieron en el lugar de los hechos, en los Picos de Europa, durante las dos noches hasta que se produjo el rescate para impedir que se pudieran deteriorar los cuerpos en una muestra más de la gran profesionalidad y humanidad de este cuerpo especial de la Guardia Civil.

Ese lugar del accidente se encontraba a unas tres horas de marcha a pie desde el aparcamiento donde los agentes dejaron sus todoterrenos, y hasta allí tuvieron que desplazarse, y luego realizar el traslado de los cuerpos hasta el lugar donde el helicóptero pudiera aterrizar para transportarlos. Este traslado entrañaba una importante dificultad y un riesgo cierto para los propios rescatadores.

Ventana de buen tiempo

La brillante operación se extendió también a la labor del helicóptero que realizó el traslado y que tuvo que realizar varios intentos arriesgados para encontrar una ventana de buen tiempo sin nubes para poder acercarse al lugar donde se encontraban los cuerpos.

Consiguió su objetivo la aeronave a primera hora de la mañana del jueves pero ante la persistencia del mal tiempo, hubo que desestimar la opción de trasladarlos directamente a Santander y los depositaron finalmente en el aparcamiento de los puertos de Áliva.

La brillante trayectoria de este grupo de montaña de la Guardia Civil ha servido para que el Ayuntamiento de Potes haya solicitado formalmente la concesión de la Medalla al Mérito Civil, que debe determinar el Ministerio de Asuntos Exteriores, a sus once integrantes que tienen su base en la localidad, capital de la comarca lebaniega y que actuaron en el rescate de El Jisu junto a otros compañeros de cuarteles cercanos. La iniciativa está siendo acompañada de una intensa campaña de apoyo ciudadano en las redes sociales desde diversos sectores, muchos de ellos relacionadaos con la montaña.

Trabajo callado

El objetivo de esta distinción es reconocer el trabajo y la "gran labor" que realizan estos efectivos, y que ahora recibió foco de atención por la "triste noticia" de la muerte de los tres escaladores zamoranos. Los fallecidos fueron el expresidente de la Agrupación Montañera Zamorana, Fernando Casquero, de 46 años, y los jóvenes Daniel Camarzana y Rubén, de 19 y 21, quienes pese a su juventud llevaban años en esta agrupación y también tenían experiencia sobrada en escalada.

Por intervenciones como ésta, y otras muchas con las que "salvan vidas arriesgando la suya", en ocasiones sin salir "en ningún sitio", porque forma parte de "su trabajo diario", el Consistorio de Potes ha pedido la concesión de la medalla, según anunció el alcalde, Francisco Javier Gómez Ruiz, que es a quien corresponde la solicitud, en representación de toda la Corporación municipal.

La petición, añadió el alcade de Potes (localidad que acaba de abrir su año santo), se ha cursado al departamento que dirige Alfonso Dastis, a través de la Delegación del Gobierno en Cantabria, para que siga la correspondiente tramitación para la concesión del título. En Potes están "esperanzados" del "sí" del Ministerio, porque "es de justicia".

Gómez expresó que con el accidente de esta semana en Picos de Europa "nos hemos vuelto a dar cuenta de la importancia" de este equipo de la Guardia Civil, de ahí que el Ayuntamiento pretenda que se reconozca su trabajo y labor solicitando la concesión de la medalla.

Y es que los efectivos del GREIM para Potes y toda Liébana son, "ante todo, amigos, pues los agentes están perfectamente integrados en la comarca". Además, este Cuerpo significa "tranquilidad", "orgullo" y "respeto", de ahí el "agradecimiento por su gran labor".

La creación de los Greim se remonta a la década de 1960 cuando se popularizaron las actividades de tiempo libre en la montaña y con ello la demanda de un cuerpo de rescate específico ya que, hasta entonces, eran guardias civiles sin una preparación especial de montaña ni medios adecuados los que tenían que asumir estas funciones.

En 1967 se crearon las Unidades de Esquiadores y Escaladores, encargadas tanto del rescate en montaña como de la vigilancia de los pasos fronterizos en los Pirineos, y en 1981 se crearon los Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM).

El cuerpo cuenta con la colaboración del Servicio Aéreo de la Guardia Civil. El órgano central tiene su sede en Jaca (Huesca) pero la actuación se realiza por áreas de montaña. En este caso, la actuación correspondió al área de Cangas de Onís que engloba a los Greim de Cangas de Onís, Mieres, Sabero, Potes y Trives.