La Guardia Civil ha detenido a dos ovetenses que inscribieron a su nombre o de sus familiares más de 200 fincas rurales, terrenos urbanos, pastizales y variados bienes inmuebles que en realidad eran propiedad de personas ancianas o de sus herederos. Todas estas propiedades se encontraban ubicadas en Cangas del Narcea, Llanes, Villaviciosa, Siero, Oviedo, Langreo y Valdés. Además, el Gobierno regional les habría pagado cuantiosas indemnizaciones como supuestos propietarios en procesos de expropiaciones, parcelaciones o aprovechamientos madereros.

La investigación comenzó a finales de 2015, cuando la Guardia Civil de Oviedo tuvo conocimiento de que había una treintena de afectados por supuestas usurpaciones de propiedades inmobiliarias, la mayoría de ellas en Cangas del Narcea. Agentes de la sección de investigación criminal de unidad orgánica de la Policía Judicial pusieron en marcha la operación "Terrógenes", e iniciaron el análisis de millares de documentos tramitados por el entonces supuesto autor de los hechos. La documentación procedía del catastro, de los registros de la propiedad y de varias varias consejerías del Principado.

En este análisis se consiguieron claros indicios de la supuesta comisión del delito y además la identidad de otras muchas personas que probablemente estuvieran afectadas por el fraude y la falsedad documental del presunto autor. Los investigadores pudieron identificar decenas de fincas rústicas y otros bienes inmuebles de varios concejos Asturias que habían sido incorporados durante años al patrimonio personal de la persona investigada.

Según explica la Guardia Civil en un comunicado, "la mayoría de las víctimas son personas ancianas o herederos de éstas que proceden de localidades rurales poco habitadas", y la mayoría de ellos se percataron de la usurpación de sus propiedades cuando intentaron regularizar las herencias o vender sus propiedades. Era entonces cuando descubrían que estaban registradas a nombre de otras personas.

Las investigaciones sobre el principal sospechoso se extendieron a otros miembros de su familia. Además, se practicaron dos registros domiciliarios en Oviedo en los que se halló e intervino numerosa documentación y equipos informáticos que están siendo analizados. La investigación sigue abierta.