Casi una de cada cuatro asturianas consumen tranquilizantes y/o somníferos, multiplicando por tres el número de hombres que toman este tipo de medicamentos. Y son las mujeres a partir de los 45 años las que más consumen. El incremento en el uso de este tipo de drogas, usadas para producir un efecto calmado o relajado, empezó a detectarse a partir de 2011, cuando la crisis comenzó a sacudir con fuerza a las familias del Principado.

Esta es una de las conclusiones de la encuesta "Edades 2015", que analiza el consumo de drogas y alcohol en España y por comunidades autónomas. En el caso de Asturias también indica que es la región donde más bebidas alcohólicas se consumen, aunque algo menos que hace dos años. Por contra, ha aumentado el consumo de cannabis. El porcentaje de hombres y mujeres que consumen alcohol y tabaco en Asturias es bastante similar, mientras que en el resto de drogas ellos ocupan el primer puesto. Excepto en el caso de los hipnosedantes, tanto aquellos que necesitan receta médica como los que no.

Según dicha encuesta, el incremento del consumo de tranquilizantes y/o somníferos empezó a crecer a raíz de la crisis económica, y especialmente a partir del año 2011, cuando con más virulencia se desató en la región.

La cota más alta en el consumo de hipnosedantes se produjo en el año 2013, para luego descender ligeramente. En las gráficas que acompañan la encuesta se ve el paralelismo entre el uso de este tipo de drogas y la curva de impacto de la tasa de paro en la región.

Las drogas de inicio temprano son, por este orden, el tabaco -con 15,8 años-, el alcohol (16,4) y el cannabis (18,3). Les siguen el éxtasis (19,4); las anfetaminas (19,7); alucinógenos (20); cocaína (20,7); la heroína (26,3); y a continuación los hipnosedantes sin receta (29,1) y luego ya con receta médica, a partir de los 35.

El mayor porcentaje de personas consumidoras de cannabis, cocaína y anfetaminas son los jóvenes de entre 15 y 35 años, mientras que en el resto prevalecen los de más edad.

En el caso concreto de los tranquilizantes y sedantes es mucho más elevado sobre todo a partir de los 55 años, según la encuesta distribuida ayer por el Gobierno del Principado.

La tasa de personas que admiten haberse emborrachado en el último año se mantiene en el 20%, y es mayor en los hombres de más edad.

El estudio también analiza el consumo de tabaco, y concluye que, a diario, fuma aproximadamente un 35% de la población de Asturias, algo más en el caso de los hombres (37%) y menos en el de las mujeres (33%).

En este apartado se destaca que se ha detectado una "reducción significativa de fumadores diarios" entre los más jóvenes. De hecho, tres de cada cuatro superan los 35 años y el consumo se mantiene en el nivel más alto hasta los 54 años, para bajar a partir de esa edad. "El menor porcentaje entre los más jóvenes se explica por la menor incorporación al hábito en estas generaciones. En las edades mayores, por el abandono", indica la encuesta.

En cuanto al cannabis, el consumo problemático afecta al 2,4% de la población a partir de los 16 años.