Miguel Maldonado Fernández, medico especialista en otorrinolaringología, es el foniatra de la Ópera de Oviedo. Pasado mañana, jueves, participa en un acto de la Real Academia de Medicina de Asturias que llevará por título "La voz y la ópera". El doctor Maldonado disertará sobre la voz, mientras que la soprano Ana Nebot y el pianista Mario Bernardo ofrecerán un recital. El acto se desarrollará en el salón de actos del Colegio de Médicos de Asturias (Plaza de América), a partir de las ocho de la tarde.
- ¿Por qué decidió ocuparse de la foniatría?
-La foniatría, el diagnóstico y tratamiento médico de las enfermedades de la voz, es una de las partes de la otorrinolaringología. Como otorrino, llevo tratando pacientes con estos problemas toda mi vida profesional. La especial dedicación a la foniatría surgió espontáneamente a lo largo de mi práctica clínica, y más especialmente con mi vinculación a la Ópera de Oviedo.
- ¿Es una disciplina de prestigio dentro de la otorrinolaringología?
-Todas las ramas de la otorrinolaringología tienen un gran prestigio. Cualquier enfermedad o problema de salud, por nimio que pueda parecer desde fuera, es el problema más importante de mundo a los ojos de quien lo padece. Esto se ve magnificado aún más cuando afecta a la labor profesional del paciente.
- ¿Es para usted una ocupación profesional dentro del ejercicio de la medicina o más bien un hobby?
-Es una vocación profesional muy seria, y a su vez una labor apasionante. Para ejercer una buena medicina es necesario ser un entusiasta de la profesión, sea cual sea la especialidad a la que se dedique uno.
- ¿Cuándo entró en contacto con la Ópera de Oviedo?
-Aunque me cuesta creerlo, hace ya bastantes años. Siempre he sido aficionado a la ópera, y en un momento dado la institución se puso en contacto conmigo. Durante todo este tiempo he tenido el privilegio de atender a artistas líricos y de ser testigo de la profunda dedicación con la que se entregan a sus carreras. Son personas extraordinarias.
- ¿Cuál es su cometido en la Ópera de Oviedo?
-Soy el otorrinolaringólogo de la Ópera de Oviedo. Estoy al servicio de los cantantes que trabajan en las distintas representaciones de cada temporada lírica en la ciudad.
- ¿Cuáles son las patologías más frecuentes en un cantante de ópera?
-Los cantantes líricos son profesionales muy bien preparados. Su formación incluye una técnica de voz muy sólida. Las patologías más frecuentes suelen ser derivadas de una agenda de canto muy intensa o desencadenados por cuadros agudos de vías aéreas. Hay ciertos cuadros clínicos que hacen necesario dejar de cantar durante un periodo de tiempo para que no se produzcan daños irreversibles.
- ¿Hay patologías más propias del hombre y otras más frecuentes en la mujer?
-En cantantes de ópera no hay una gran diferencia entre hombres y mujeres a estos efectos.
- ¿Se dispone de tratamientos adecuados?
-Afortunadamente sí. Normalmente recurrimos a terapias farmacológicas, aunque en algunos casos se hace necesaria la cirugía. La fonocirugía, que es como se denomina a la cirugía de la voz, dispone ahora de técnicas más finas que han mejorado las perspectivas de algunas patologías.
- ¿Cómo debe cuidar la voz los cantantes?
-Como he dicho, la sólida formación de un cantante lírico y su impecable técnica constituyen un arma preventiva muy importante. Deben mantener una hidratación adecuada e intentar cumplir descansos entre funciones. Es parecido a la prevención de lesiones en un futbolista o un tenista. Todos están sometidos a un trabajo muy exigente, cada cual en su campo.
- ¿Son buenos pacientes los cantantes?
-Sí. En general son personas serias que cumplen los tratamientos y recomendaciones de manera óptima. Tenga en cuenta que para ellos la voz es su vida.
- ¿Cuáles son sus gustos en materia de ópera?
-Como a muchísimas personas, me encanta la voz de Pavarotti. En general, soy más verdiano, aunque me gustan otros registros.
- Cuando asiste como espectador a una función, ¿pilla al vuelo las enfermedades de la voz de los artistas?
-Hay ciertas patologías que pueden sospecharse al oír cantar, aunque luego hay que corroborarlas con técnicas específicas.
