En su misiva de renuncia a continuar en la Comisión para la reforma de la financiación autonómica, el profesor Carlos Monasterio expresó su deseo de que "los esfuerzos" de sus integrantes, "mirando por encima de los intereses particulares, pueda cristalizar en la propuesta de un sistema de financiación autonómica que mejore el grado de cumplimiento de los principios de solidaridad, autonomía y coordinación entre administraciones públicas".

Monasterio opina que "no tiene mucho sentido" debatir sobre el modelo de financiación cuando un "aspecto relevante" del sistema foral, como es la determinación del cupo" (el importe que aporta el Gobierno vasco para contribuir a los gastos generales del Estado) "se ha reformado en profundidad" sin consultar ni informar a la comisión. Monasterio no cuestiona el sistema foral (amparado en la Constitución) pero sí el trato económico ventajoso del que ha sido dotdo y que lesiona el principio constitucional de igualdad de los españoles y el artículo 138 de la Carta Magna, que prohibe que las diferencias entre los estatutos autonómicos entrañe privilegios económicos. La Constitución permite, afirma, "un sistema de financiación cualitativamente distinto pero no cuantitativamente diferente". Monasterio cuestiona además el acuerdo de PP y PNV porque hay una "absoluta falta de transparencia" en el método de cálculo del cupo pactado y en la deducción por cargas asumidas, y rechaza que permanezcan inamovibles, tras 30 años, los parámetros del ajuste por IVA y los valores del índice de imputación del cupo.