El gobierno del Principado "respeta" la decisión de Carlos Monasterio, catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Oviedo, de dimitir como integrante de la comisión para la reforma de la financiación autonómica, aunque "lamenta" su marcha. Fuentes del gobierno regional destacaron ayer que Carlos Monasterio "es un profesional de prestigio indiscutible", al que el Ejecutivo asturiano "agradece su disposición, aportaciones y el trabajo realizado".

Más allá de la escueta declaración trasalada por el Ejecutivo, lo cierto es que en el gobierno de Javier Fernández la marcha de Carlos Monasterio se interpreta como una prueba de la "independencia" con la que el ejecutivo asturiano abordó la potestad de plantear el nombre de un experto en representación de Asturias para la comisión nacional sobre la financiación autonómica.

La decisión del gobierno de Mariano Rajoy de ceder a las exigencias vascas para salvar las cuentas ha generado tensiones entre los expertos. "A nadie le gusta esa decisión", admitieron fuentes de la propia comisión consultadas por LA NUEVA ESPAÑA, aunque el colectivo se divide entre quienes consideran que se trata de una desautorización a los expertos que deben sugerir una visión académica sobre la financiación autonómica y quienes defienden "la potestad del Gobierno para negociar con el objetivo de sacar adelante el Presupuesto."