La renuncia de Carlos Monasterio a seguir representando al Principado en la comisión de análisis sobre la reforma del sistema de financiación autonómica ha agitado con intensidad el avispero político en Asturias con las miradas de la oposición puestas en el Gobierno regional. La reacción del secretario general del PP asturiano, Luis Venta, critica el nombramiento con el argumento de que el catedrático dimisionario no era en realidad un experto, "sino un político más elegido para defender los intereses del PSOE, no los de Asturias". El número dos de los populares lamenta que en la selección del representante no se haya optado por el consenso político, "como en otras regiones", y aduce, hablando de las razones de Monasterio, que "los intereses de Asturias no tienen por qué verse afectados" por el acuerdo sobre el cupo vasco. "Nada tiene que ver" con ellos, argumenta Venta, "porque esos intereses se verán respaldados por los presupuestos del Estado, donde hay medidas que afectan a Asturias".

Tanto la dimisión del experto como el convenio del cupo demuestran, al decir del portavoz de IU en la Junta, que la negociación de la financiación obedece a principios políticos y no técnicos, a un ardid del Ejecutivo Rajoy para "dilatar" el proceso. Gaspar Llamazares pregunta al Principado si piensa negociar con los grupos políticos en Asturias un modelo financiero "exportable" a todo el país y en el resto de España con otras regiones para evitar que el cupo "sea el cuponazo para el País Vasco y la pedrea para el resto".