De un cercado, a un parque de atracciones para osos. La consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales ha reformado el recinto de los Valles del Trubia con el fin de mejorar la salud física y mental de sus tres inquilinos: "Paca", "Tola" y "Furaco". Para ello, el Principado ha instalado dos grandes cuevas de piedra, que simulan a dos oseras y que sirven de sombra y cobijo a los plantígrados. Asimismo, la dirección general de Recursos Naturales ha colocado en las instalaciones, ubicadas entre Proaza y Santo Adriano, cuatro troncos de castaño y una plataforma elevada de casi dos metros de altura para que los animales puedan ocultarse de los turistas.
Es la terapia antiestrés puesta en marcha por el Gobierno regional, tras revelar una tesis de máster, dirigida por el biólogo ovetense Javier Naves, que los cuatro plantígrados de los Valles del Trubia ("Paca", "Tola", "Furaco" y "Molinera") realizaban movimientos anormales derivados de su cautividad y aislamiento social. En concreto, el estudio indicaba que "Paca" era la osa más inactiva y la que más tiempo pasaba inmóvil mientras que "Tola", el ejemplar más dormilón.
Las actuaciones, con un presupuesto de 8.349 euros, se enmarcan dentro del proyecto "Trabajando el bienestar de osos pardos cantábricos cautivos", que la Fundación Oso Asturias desarrolla este año con una subvención de la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Agricultura. Además del "enriquecimiento ambiental" de los cercados, el programa prevé la instalación de cámaras de vigilancia, el seguimiento etológico de los animales (estudio de su comportamiento) y el desarrollo de cursos de formación e intercambio con otros centros. El proyecto supondrá, en palabras del director de la Fundación Oso, José Tuñón, "una mejora cualitativa de las condiciones de vida de los animales cautivos y aportará unos conocimientos novedosos en su manejo".
El área osera de los Valles del Trubia consta en la actualidad de dos recintos. El más grande, en el monte Fernanchín y de casi 4 hectáreas, se construyó en 1996 para albergar a "Paca" y "Tola", y es desde noviembre de 2014 el hogar de "Molinera". Las osas huérfanas, convertidas en símbolo de la conservación en Asturias, viven en un recinto menor separado de "Furaco", aunque con zona común de juegos y baño. Tanto las hermanas como el macho disfrutan ahora de nuevos cercados, "lo más parecidos al medio natural", con cuevas y troncos, en las que pasan las horas olisqueando y rascándose. Sobre todo "Paca".
Las obras consistieron por un lado en la construcción de dos grandes cuevas de piedra, que se levantaron sobre las antiguas estructuras de hormigón existentes en el recinto y que permiten a los osos disfrutar de unos "nuevos espacios de sombra y cobijo, así como de marcaje y rascado". También se han instalado cuatro troncos, dos por cada cercado, que según explica José Tuñón "favorecerán los estímulos sensoriales y físicos, y ofrecerán cobijo" al estar huecos por dentro. La obras en las instalaciones se completaron con desbroces y la construcción de una plataforma elevada de 8 metros de diámetro y casi dos de altura sobre la que se ha colocado uno de los troncos de castaño. "Esto permite a los animales ocultarse del público cuando lo deseen", concluye el director de la fundación.
