En ocasiones, lo más saludable es no hacer. Se lo dice su médico. Pero tampoco está mal que usted, como paciente, lo sepa. No medir el PSA con excesiva frecuencia a los pacientes con riesgo de cáncer de próstata. Si un anciano se fractura la cadera, no demorar la operación más de 48 horas (salvo contraindicación). No iniciar tratamiento sustitutivo renal con diálisis sin una adecuada toma de decisiones previa en la que participen paciente, familia y médico. No realizar pruebas de imagen (radiografía, resonancia, escáner) en pacientes con dolor lumbar agudo sin signos de alarma. Con cierta frecuencia, no hay nada tan efectivo como el "no hacer". Y esta estrategia tiene un particular interés en el ámbito sanitario, en el que la acción innecesaria tiene, como mínimo, dos implicaciones: puede causar daño y cuesta dinero.

Ayer, unos 300 profesionales sanitarios de la región, se reunieron en Oviedo para conocer de primera mano las recomendaciones elaboradas por las sociedades médicas a nivel nacional sobre aquellos tratamientos, pruebas y prácticas que conviene evitar. El gerente del Sespa, José Ramón Riera, se comprometió a incorporar a las guías de práctica clínica de la sanidad pública asturiana 30 recomendaciones de no hacer (RNH) avaladas por 25 sociedades científicas.

Elvira Muslera, coordinadora de la Oficina de Evaluación de las Tecnologías Sanitarias del Sespa, subrayó la necesidad de "reducir la utilización de intervenciones sanitarias innecesarias". Que son "aquéllas que no han demostrado eficacia, tienen efectividad escasa o dudosa, no son coste-efectivas o no son prioritarias". Asturias lleva trabajando desde noviembre del año pasado en la difusión de estas pautas y en la sensibilización de los profesionales y los usuarios. Pese a que, en los últimos tiempos, en numerosos foros sanitarios se ha insistido en la implantación de estos criterios, algunos estudios señalan que en torno al 20% de las medidas eficientes no se aplican.

Entre las acciones médicas desaconsejadas por los expertos, figuran algunas relativas a problemas de salud muy frecuentes. Un ejemplo, las lumbalgias, acerca de las cuales la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física ha formulado un criterio bien fácil: "No recomendar reposo en cama en pacientes con dolor lumbar agudo o subagudo". Otro ejemplo, las bronquiolitis agudas en niños, sobre las que la Asociación Española de Pediatría desaconseja el uso rutinario de la radiografía de tórax.