Maximino García, Mino, exsecretario general de Industria de CC OO de Asturias y actual alcalde de Morcín, declaró ayer al mediodía en el cuartel del Rubín centrando la atención en la falta de control por parte del Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón (IRCM) sobre la obra del geriátrico de Felechosa. "Parece que está claro que no hubo el control necesario para evitar que esto ocurriera", indicó Mino García tras su declaración.

Según explicó, la Guardia Civil centró el interrogatorio en el funcionamiento de la Mesa regional de la Minería, en la que participaban el Gobierno regional, los dos sindicatos mineros (SOMA y la Federación de la Minería de CC OO de Asturias), y la Asociación de Comarcas Mineras, ACOM, que integraba a representantes de los ayuntamientos carboníferos afectados por el cierre de pozos.

"El fin de esa comisión era discutir los proyectos en los que se debían invertir los fondos mineros. El Montepío de la Minería planteó construir un geriátrico y los sindicatos hicimos nuestra la propuesta y la llevamos a la mesa de discusión, donde fue apoyado por todos porque cumplía los requisitos que se exigían", explicó García.

Pero se trataba de un proyecto singular al no estar gestionado por ninguna administración pública. "El Ministerio de Industria modificó el decreto por el que se regían los fondos mineros, ya que limitaba la inversión al 1% del presupuesto anual que le correspondía a Asturias. Después, se firmó un convenio entre el Montepío (controlado por el SOMA) y el IRCM. Era Madrid el que tenía que haber controlado que las obras se hacían y cómo se hacían para certificarlas y pagarlas", insistió Mino García, quien dijo sentirse "el primer engañado por Villa".