Si no fuera porque el mafioso asunto de Fernández Villa, Postigo, sus respectivas familias, allegados, el SOMA y CIA es uno de los más siniestros de la política asturiana contemporánea, el reciente capítulo que ha trascendido a los medios no puede ser más cómico.
Resulta que ahora y para hacer frente a la fianza exigida por la Justicia, Fernández Villa se dispone a devolver el coche de alta gama que, pagado por el sindicato minero, utilizó y puso a su nombre. A más de ello, y aquí está la risotada, el viejo sindicalero pretende, a modo de fianza, entregar libros. ¡Dios! ¿Estaremos sin saberlo ante alguna partida bibliográfica perteneciente a la Biblioteca de Alejandría? ¿Tal vez ante un montón de incunables, o ante algún manuscrito del Quijote? ¿Podría ser alguna tonelada de libros procedentes del Archivo de Simancas? Por cierto, ¿será parte del depósito de libros que, pertenecientes al Archivo de Salamanca, fueron usurpados por el Gobierno de la Generalidad catalana para su propio beneficio durante el Gobierno de Zapatero, incluyendo miles de documentos de interés para Asturias?
En fin, que conociendo el nivel cultural de José Ángel Fernández Villa y familia, no alcanzamos a imaginar el incalculable valor que la biblioteca de este sindicalero de altura podría alcanzar. Quién sabe si hasta acabará cotizando en Bolsa, con lo que la más que penosa situación económica asturiana, gracias la nefasta gestión socialista asturiana, tocará a su fin. Estaremos atentos.
