Tras meses desaparecido, el orbayo vuelve hoy a Asturias. Una fina capa de lluvia cae sobre gran parte de la región, mientras que las temperaturas se mantienen bastante altas: 22,3 grados de máxima en el puerto de Leitariegos. Los expertos aseguran que el cambio climático ha modificado la forma de llover en el Principado al ser cada vez más frecuentes los chubascos en sustitución del típico calabobos. Hoy sin embargo ha vuelto la esencia asturiana y puede que mañana también reaparezca. A partir del martes regresará el sol, como consecuencia de una masa de aire cálido que se permanecerá sobre la Península hasta al menos el fin de semana que viene y que subió ayer los termómetros de la región hasta los 28 grados.

La máxima hoy es de 22,3 en el puerto de Leitariegos. Le siguen Castropol (22,2), Mieres y el puerto de Pajares (21,4). La mínima, sin embargo, se situó en los 11,8 en Pola de Somiedo. Mañana los termómetros se mantendrán parecido a hoy y los cielos estarán cubiertos. En concreto, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé nubes bajas que aumentarán en las horas centrales del día, sin descartar brumas matinales en el litoral. También hay probabilidad de lloviznas débiles durante la mañana, que podrán ir acompañadas de algún chubasco disperso o tormenta ocasional por la tarde.

De cualquier forma se trata de un breve paréntesis, ya que imperará el buen tiempo. La Confederación Hidrográfica del Cantábrico activó el jueves el nivel de prealerta por sequía en Asturias ante el temor de que en verano haya problemas de abastecimiento de agua. Tanto en invierno como en primavera hubo un déficit de lluvias y nieve, que se acentuará en la temporada estival. La Aemet pronostica de hecho unos meses más cálidos de lo normal. En el campo hay temor a que la sequía arruine las cosechas.