Es pequeña, blanda, redonda, muy aromática, casi blanca por dentro y no produce durante todo el año. Así es la fresa original de Candamo, que los científicos del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario de Asturias (Serida) buscan entre las huertas del concejo. El objetivo es recuperar la variedad tradicional, muy diferente al fresón de California que hoy se cultiva en Asturias, para impulsar una marca de calidad. La investigación comenzó en 2015 con la prospección de fincas, de las que se han extraído hasta la fecha una decena de frutos candidatos.
"Ahora hay que caracterizarlos y analizar una serie de datos. Pero muchos de ellos son variedades antiguas, de más de 60 años", explica Guillermo García González de Lena, del área de experimentación agroforestal de Serida y responsable del proyecto. La tarea no es fácil, pues algunas de las plantas están "en malas condiciones sanitarias, cargadas de patógenos". De hecho, al menos una de las variedades recogidas se perdió. "Confiamos en que entre las que tenemos esté la auténtica fresa de Candamo. Buscamos un fruto pequeño, menos rojo, redondo y blando", describe Guillermo García. Entre los candidatos están las fresas de uno de los participantes el domingo en el festival de Grullos: Javier Gutiérrez, de Santoseso y productor ecológico.
El proyecto, en el que también participan los investigadores Marta Ciordia y Juan Carlos García, finalizará en 2018 con una plantación experimental en Grullos. "Allí contamos hacer una especie de cata para que los productores y los vecinos nos indiquen qué variedad tiene un sabor más tradicional", cuenta García. Una vez identificada la fresa más candamina, el siguiente paso será inscribirla en un registro de variedades con el fin de multiplicar la planta y recuperarla. Las variedades de fresón que hoy se cultivan en Asturias son de Albion y San Andreas, obtenidas por la Universidad de California. "Sus características son completamente diferentes a las de la fresa comercial. Es, por tanto, única y puede constituir una oportunidad de mercado para Asturias, teniendo en cuenta no obstante sus limitaciones: no resistiría un viaje a Japón", sostiene.
A partir de ahí, la verdadera fresa de Candamo podría entrar en una marca de calidad que impulsase el cultivo regional. "Una Denominación de Origen (DOP) es demasiado exigente. Yo me decantaría más por una marca propia como la de Alimentos del Paraíso (que aglutina los productos vinculados con el territorio como la sidra, la ternera, los arándanos...)", reflexiona García. Con respecto a este sello de calidad, la dirección general de Desarrollo Rural y Agroalimentación ha realizado un cambio en su resolución para acabar con su "rigidez". Jesús Casas, al frente de este departamento, precisa que con la modificación podrán entrar en Alimentos del Paraíso "productos de autor o individuales" -por ejemplo el queso La Peral- así como "productos transformados", como la fabada. "Es imposible que el cien por cien de sus ingredientes sean asturianos, pero si se demuestra que el proceso es propio de la región, entonces sí", aclara Casas.
