El sindicato Comisiones Obreras ha pedido al Gobierno del Principado que prohíba el uso del glifosato, un potente herbicida muy polémico y sobre el que existen sospechas de que pueda ser un carcinógeno (sustancia que ocasiona cáncer).

El glifosato forma parte de una amplia variedad de herbicidas, que se utiliza principalmente para eliminar hierbas y arbustos, por lo que es común su uso en márgenes de carreteras y espacios públicos. El responsable del Área de Acción Sindical de Comisiones Obreras de Asturias, Gerardo Argüelles, aseguró que esta sustancia "afecta a miles de trabajadores de forma directa".

Se trata de un herbicida que divide a la Unión Europea sobre su uso, sobre el que tampoco existe unanimidad en la comunidad científica y cuya licencia para uso está ahora en discusión. La Comisión Europea realizó un estudio, liderado por Alemania, en el que se concluía que no existían efectos adversos para la salud humana o animal, pero en 2015, la Organización Mundial de la Salud declaró el glifosato como "probable carcinógeno para los seres humanos", vinculándolo con la aparición de linfomas no Hodkin.

El último estudio realizado, el pasado mes de marzo, por la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas, mantiene al glifosato como "no cancerígeno", aunque ha detectado su toxicidad para la vida acuática.

La Comisión Europea aguarda a que la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas reciba el informe definitivo para decidir si renueva la aprobación de este herbicida para los próximos diez años.