La Consejería de Sanidad elevará de 65 a 67 años la edad de jubilación obligatoria de los médicos. Ésta es la medida que, según ha podido saber este periódico, prepara el Gobierno asturiano para resolver la escasez de facultativos en la sanidad pública regional. Aunque la modificación de la normativa aún está en pañales, el Ejecutivo autonómico se propone agilizar los trámites y baraja que la nueva regulación pueda entrar en vigor en 2018.
En 2009, el Gobierno del Principado adoptó una decisión controvertida: reducir de 70 a 65 años la edad de jubilación de los facultativos. La norma, incluida en el Plan de Ordenación de Recursos Humanos del Servicio de Salud del Principado (Sespa), contemplaba excepciones aplicables a casos en los que, por las razones que fuera, resultara imposible relevar a un determinado profesional.
Estas excepciones fueron inicialmente empleadas con unos criterios muy restrictivos. Con el paso del tiempo, debido al déficit de médicos en algunas especialidades, las restricciones fueron siendo menores. Ahora, en vista de la realidad del sector, la Administración sanitaria considera llegado el momento de introducir cambios en el Plan de Ordenación de Recursos Humanos, de modo que la jubilación obligatoria pasaría a situarse en los 67 años con carácter general. Para ello, la Consejería de Sanidad tendrá que sortear un obstáculo legal: la normativa general del Principado que fija en 65 años la jubilación de los empleados públicos de la Administración autonómica.
¿Por qué este cambio? Porque, tal y como LA NUEVA ESPAÑA lleva informando desde el pasado domingo, un reciente estudio de la Consejería de Sanidad pronostica que la escasez de facultativos en la sanidad pública adquirirá en los próximos años unos niveles "críticos" debido a "las jubilaciones de los primeros médicos formados en la Universidad de Oviedo". Hasta 2025 está prevista la marcha por edad de unos 1.300 médicos, un tercio de la plantilla total de facultativos del Sespa. El déficit de médicos será desigual según las especialidades. En algunas de ellas no se prevén mayores dificultades.
En su día, el adelanto de la jubilación fue recibido con muchas críticas por parte de los médicos. Algunos de ellos, viéndose en buena forma y habida cuenta del dinero que perdían con el paso a la condición de pensionistas, optaron por buscar un acomodo en el sector privado para seguir ejerciendo. Desde diciembre de 2009, varios centenares de facultativos de la región dejaron la red sanitaria pública de mala gana.
Según las previsiones de Sanidad, la futura norma no implicará que los médicos que cumplan 65 años ven prolongada automáticamente su permanencia en la red pública dos años más, sino que habrán de solicitarla, con la garantía, eso sí, de que se les concederán sin mayores problemas.
