España fue ayer un horno. Se libraron de la cocida el norte cantábrico, al completo, y buena parte del litoral levantino, incluida la Región de Murcia y hasta Almería, zonas tradicionales de calor en abundancia. Como ocurrió en Asturias y comunidades vecinas el viento alivió las temperaturas en la costa mediterránea.

Pero lo que sucedió en el interior del país fue una jornada como para no salir de casa. A media tarde de ayer, localidades como Córdoba y Andújar se acercaron a los 44 grados. La máxima de España se registró en la también localidad cordobesa de Montoro, con 43,9. En En Mérida se llegó a los 43,3 y Badajoz los termómetros se quedaron en unos disuasorios 42,5 grados. En Sevilla la máxima fue de 42,4, una décima más que en Talavera de la Reina.

La tarde acabó con lluvias, no muy intensas y a causa del calor en distintos puntos de España, sobre todo en Extremadura y Castilla La Mancha.

Noches tropicales

La ola de calor amainará hoy, pero solo ligeramente. El centro y el suroccidente español seguirán con temperaturas máximas superiores a los cuarenta grados, pero la jornada será más benigna en el Este de la península y en los dos archipiélagos, y con temperaturas igual de agradables en el norte. En la Galicia interior seguirán con temperaturas extremas.

En España 35 provincias de nueve comunidades se mantienen en alerta naranja (24) o amarilla (11) por altas temperaturas en puntos del interior y del suroeste peninsular según informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En Andalucía, donde se concentra buena parte de los riesgos, cinco provincias tienen riesgo extremo, otras dos mantienen riesgo amarillo (Málaga y Cádiz), y solo Almería se salva de la emergencia. Mucho más cerca de Asturias se mantiene la alerta amarilla en León, Valladolid, Salamanca, Zamora y Ávila.

Problemas acumulados para la noche pasada y la madrugada de hoy porque los pronósticos señalaban que la mínima en Jaen iba a rondar los 28 grados. En la madrugada en Cádiz y Toledo los termómetros no bajarán de los 26. Imposible conciliar el sueño sin aire acondicionado.