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Ciento cuarenta dieces para la excelencia

La bajada de dos puntos en el porcentaje de aprobados en la selectividad en relación con 2016 se compensa con más sobresalientes

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Segunda jornada de selectividad en Asturias

Fueron casi 140 los 10 que sacaron los alumnos asturianos en la selectividad 2017. Todo ellos en las asignaturas específicas, es decir, las elegidas por los propios jóvenes en su intento de subir nota para acceder a las carreras con plazas limitadas. La mayoría de los casos se limitan a un 10; seis alumnos lograron dos, y en un caso hay tres "dieces". No es habitual que un alumno se enfrente a tres exámenes de asignaturas específicas (entre otras cosas porque lo normal es que no las necesite), pero es mucho menos habitual que alguien redondee con nota máxima los tres exámenes.

El 92,4% de los alumnos asturianos que se presentaron a la nueva selectividad logró al menos un aprobado. Son dos puntos menos que el pasado año en la convocatoria ordinaria. El consejero de Educación, Genaro Alonso, asume ese pequeño descenso pero hace hincapié en el mayor número de alumnos que lograron al menos un 9.

Se puede concretar. En la nota final resultante entre la nota media de Bachillerato y la prueba general de la selectividad, la que tiene que afrontar todo el alumnado, hubo en torno a 340 alumnos que alcanzaron el sobresaliente. Con el baremo de la selectividad en mano un 9 en esa nota media garantiza la entrada en la mayor parte de los estudios universitarios, pero no en todos. De ahí el esfuerzo suplementario con las asignaturas esepecíficas.

El sistema educativo asturiano es uniforme, y esa es una de sus grandes fortalezas. Entre las diez mejores notas de la selectividad, incluyendo las asignaturas específicas, hay alumnos de cuatro institutos públicos, tres colegios concertados (uno de ellos, las Teresianas, en Oviedo, metió a dos alumnos entre los mejores) y dos colegios privados.

La nota media general de 7 puntos se vio negativamente condicionada por la nota media de la asignatura de Historia de España, que se quedó en un más bien mediocre 5,7. En Historia solo aprobaron el 66% de los alumnos presentados. Ahí estuvo una de las claves a la hora de analizar los rresultados globales. Un temario extenso -mayor que el de convocatorias anteriores- y un formato con preguntas más concretas de lo que muchos alumnos hubieran querido, rebajó los resultados y dio más de un susto.

La excelencia es la gran asignatura pendiente del sistema educativo español (y en él, también el asturiano) porque los niveles siguen siendo excesivamente escuetos.

En las pruebas PISA que miden el rendimiento del alumnado de Secundaria (15 años) en los países de la OCDE donde se encuadra la mayoría de los países europeos, sólo el dos por ciento de los escolares españoles logran entrar en los niveles 5 y 6 de excelencia en las tres disciplinas evaluadas: comprensión lectora, matemáticas y ciencias. Es practicamente la mitad de la media de la OCDE aunque hay que decir que Asturias se acerca más a la media general internacional que a la española. España está a la cola, salvo con excepciones como Grecia, del ranking europeo de excelencia.

Ningún alumno asturiano logró esta vez un 10 en la nota media entre el Bachillerato y la selectividad general. Quienes participaron en las pruebas de este año aseguraron que "es casi imposible".

Una alumna ovetense de Las Teresianas, Laura Zaldívar, estuvo sin embargo a punto de conseguirlo. Llegó al examen general con un 10 de nota media del Bachillerato, y tuvo otros dos "dieces" en las asignaturas de elección. Un pequeño fallo en Lengua dejó su nota final en 13,900, una calificación, no obstante, estratosférica. Laura reconoció a este periódico que "me dio una rabia tremenda".

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