La tregua del agua presagia más calor, al menos de momento de momento. Al mediodía el mercurio superaba ya los 33 en Oviedo y Mieres, 31 en Pola de Somiedo y 30 en Gijón y en el aeropuerto de Asturias.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene activada la alerta por ola de calor que ayer volvió a poner los termómetros muy por encima de los treinta grados en vísperas de que hoy se reproduzca la misma situación, con máximas que se prevé puedan alcanzar hasta los 34 grados, y de que mañana crezca hasta justificar el encendido de la alerta amarilla del riesgo "importante" por altas temperaturas en el centro de la región y los valles mineros. Pero eso será el principio del fin del fenómeno, toda vez que el pronóstico prevé que los termómetros se desplomen más de once grados el jueves, pasando de los 34,4 de máxima prevista para mañana en Oviedo a unos menos inusuales 22,8. El calor extremo de estos días se irá pues de Asturias inmediatamente después de recibir a un verano que ya se deja sentir en el ambiente pero que oficialmente no entra hasta mañana, miércoles, exactamente a las seis y veinticuatro minutos de la mañana.

Ayer, en un día de calor sin demasiado sol en el interior y que no alcanzó los 36 grados que el domingo marcaron la máxima del siglo en junio, Piloña llegó a 34,1 a eso de las dos de la tarde y más o menos a la misma hora, siempre con más bochorno en el interior que en la costa, Cabrales y Mieres superaban los 32. A las doce y media, Oviedo ya había sobrepasado su máxima del día anterior con 31,3 y las mínimas de la región apenas bajaban de los quince, pero la tregua de la lluvia vespertina refrescó mínimamente el ambiente y además de vaciar las playas impidió que los mercurios llegasen al récord de anteayer. Del calor al agua, el cielo descargó chaparrones puntuales en zonas de toda la región y Piloña fue tras sus 34 grados de calor insólito uno de los lugares de España donde más llovió ayer, catorce litros por metro cuadrado al completar el día.

Todo sigue siendo, no obstante, muy inusual para junio, un mes en el que la Aemet considera normal una media de temperaturas máximas de 20,9 grados. La Consejería de Sanidad activó ayer en su nivel de riesgo más bajo el plan de actuaciones preventivas de los efectos de las altas temperaturas al observar que las previsiones pronostican para hoy superaciones simultáneas de los umbrales programados de temperaturas máxima y mínima, treinta y dieciocho grados, respectivamente. Este primer nivel, de un máximo de tres programados en función del número de días en que está previsto que se sobrepasen los umbrales, sólo establece que las autoridades asumen la obligación de informar a la población sobre las medidas preventivas frente al calor.

Riesgo extremo de fuego

La combinación de las altas temperaturas con las previsiones de viento hace que la Aemet, mientras tanto, mantenga a toda la región en el nivel rojo del riesgo extremo de incendios forestales. El índice que elabora el Gobierno del Principado, por su parte, todavía sitúa ese mismo valor para hoy en la misma situación intermedia de los días anteriores, en un dos de una escala donde el máximo es el cinco. Esto supone que la Administración autonómica sólo autoriza las quemas de quienes tengan el permiso expedido por la Consejería de Medio Rural con los números 2 y 3.