Catorce de los acusados de la "operación Fusta", que permitió a la Guardia Civil coger el mayor alijo de ketamina de la región, más de dos kilos, a finales de 2013, han aceptado esta mañana en la sección segunda de la Audiencia Provincial condenas que suman 46 años de prisión, y multas por cerca de 16.000 euros. Los acusados admitieron los hechos y el ministerio público reblajó las penas solicitadas, aplicando la atenuante de drogadicción. Cada acusado aceptó penas de entre dos y seis años y medio de prisión, lo que permitirá a la mayoría eludir el ingreso en prisión.

Solo uno de los acusados, el madrileño F. J. R. S., negó su participación en los hechos. Se le acusa de haber viajado a Sevilla a comprar droga y luego a Gijón a venderla. El acusado ha sostenido esta mañana que fue a Sevilla a venderle camisetas deportivas a dos jugadores del Sevilla, Beto y Alberto. También fue al campo del Sporting a vender ropa deportiva a los jugadores, ha asegurado.

Su letrado pide la nulidad de las actuaciones, al considerar que las escuchas que llevaron a su implicación en la "operación Fusta" no estuvieron suficientemente justificadas. Cuando en las escuchas se le oye decir que va a llevarse "la ropina", dijo, no se refería a droga, como creen la Guardia Civil y la Fiscalía, sino a la ropa que vendía. Del mismo modo, cuando en las grabaciones habla del "pescaíto", tampoco es hachís a lo que se refiere, sino a un bar de Ibiza en el que trabajaba su primo.

El juicio contra esta banda continúa mañana miércoles, con la declaración de los agentes que participaron en la investigación.