La asamblea del Montepío de la MInería aprobó con el 94,5% de los votos a favor las cuentas correspondientes al año 2016, con un beneficio de unos 630.000 euros tras años de pérdidas. La reunión se celebró en un ambiente de mucha tensión, en la que los aplausos a los intervinientes se mezclaron con insultos como el de "sinvergüenzas".

La Asociación de Mutualistas, con su presidente a la cabeza, Alberto Rubio, abandonó la asamblea antes de votar las cuentas y tras exigir en reiteradas ocasiones la dimisión de los miembros de la directiva de la entidad, el cambio de estatutos y unas nuevas elecciones para elegir a quienes deberían dirigir el futuro de la mutualidad.

Antes de iniciarse la reunión, el presidente del Montepío, Juan José González Pulgar, ha advertido hoy que la dimisión de la dirección de la mutualidad podría suponer abrir un proceso de disolución y preguntó si los críticos que exigen esas dimisiones es precisamente eso lo que pretrenden.

Alberto Rubio, portavoz de la asociación de Mutualistas que encabeza esas peticiones de dimisión negó ese extremo y adviritó que la mayoría de los directivos del Montepío pertenecían ya a la dirección de la mutualidad cuando se produjeron los hechos que se investigan en el "caso Hulla". Incidió en que el propio Pulgar tambien lo puso el SOMA que ese sindicato que sigue atrincherado en la entidad.

El presidente del Montepío afirmó que según los cálculos de la mutualidad, la constructora Alcedo de Los Caballeros se habría embolsado hasta el momento, supuestamente, 38 millones de euros desde el año 2003 a cuenta del Montepío. La constructora fue la encargada de levantar el geriátrico que la mutualidad tiene en Felechosa.

El Montepio celebra hoy su asamblea general anual. Se presentan las cuentas del año pasado con un beneficio de más 600.000 euros tras años de pérdidas. El debate se está centrando en la investigación del "caso Hulla".