El ribadense faro de Isla Pancha, ubicado en la bocana de la ría del Eo, se convirtió el pasado abril en el primer faro de España convertido en alojamiento turístico. Su apertura dio la vuelta al país durante las pasadas vacaciones de Semana Santa por suponer el pistoletazo de salida del plan de Fomento para dar un uso turístico a estos inmuebles costeros. Sin embargo, dos meses después, la realidad es bien distinta y el equipamiento, con dos apartamentos, está cerrado a cal y canto. "El ayuntamiento me precintó el establecimiento y está cerrado desde el 6 de mayo. El daño económico es brutal", explicó ayer su responsable, José Luis López Braña.

Ribadeo precintó los apartamentos hasta que el propietario "subsane las deficiencias detectadas por los técnicos municipales". López Braña explica que debe realizar una canalización de 485 metros de tubería para solventar problemas con el suministro de agua, así como renovar la barandilla del faro para cumplir con el Código técnico de la edificación. El problema, dice, es que "para hacer estas obras me piden cinco informes de cinco organismos diferentes". De momento tiene listos tres y espera presentar los dos restantes esta misma semana. Después debe recabar la autorización del Consistorio para reabrir el establecimiento.

"Trato de agilizarlo al máximo para poder abrir en verano", añade López Braña, que califica de "palo muy gordo" lo que está ocurriendo. No en vano, ha tenido que hacer frente a numerosas cancelaciones y devolver el dinero de las reservas registradas para este periodo de inactividad. "Nada más abrir el hotel fue un éxito y teníamos reservas hasta finales de octubre", precisa.

A las pérdidas económicas por el cierre hay que sumar el fuerte desembolso económico al que ha tenido que hacer frente: alrededor de 200.000 euros a los que hay que añadir los 35.000 euros que supondrán las obras pendientes. Con todo, no se rinde y confía en solventar los problemas y que el equipamiento pueda volver a funcionar con normalidad.

Estas deficiencias técnicas también han reabierto el debate sobre si se gestionó bien este expediente. A este respecto la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao en un escrito remitido al consistorio ha defendido el proceso explicando que la concesión es legal y que no procede su revisión.

Más allá de las deficiencias puntuales que debe subsanar el promotor, la conversión del faro en alojamiento turístico ha generado una gran controversia a nivel local. Una parte de la población, organizada en la plataforma "Por nuestro faro", entiende que esta actuación supone la privatización de un espacio público como es la isla Pancha y reclaman su apertura, algo que también defiende el Ayuntamiento ribadense.

Los dos apartamentos turísticos construidos en Isla Pancha se ubican en el edificio del viejo faro, construido en 1857 y en desuso desde 1983, cuando se construyó el nuevo faro.

Cada apartamento, con cuatro plazas, tiene un coste por noche y en función de la temporada de entre 200 y 400 euros.