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Dos fisioterapeutas irán a la cárcel por desvelar datos de salud de una compañera

Las dos sanitarias, que ejercían en el Hospital Valle del Nalón, revelaron detalles del historial médico de su colega en presencia de varios pacientes

Instalaciones del Hospital Valle del Nalón, en Riaño. FERNANDO GEIJO

La Audiencia Provincial de Oviedo ha condenado a dos fisioterapeutas asturianas a dos años y medio de prisión y seis años de inhabilitación absoluta por acceder al historial médico de una compañera del hospital y comentar detalles del mismo en presencia de algunos pacientes. Los jueces sostienen que las dos condenadas, P. C. F., de 35 años, y L. R. F., de 33 años, son autoras de un delito de descubrimiento y revelación de secreto.

La presente resolución judicial, que puede ser recurrida, resulta muy novedosa. Apenas se le conocen precedentes en el ámbito sanitario regional, si es que tiene alguno. Los jueces señalan que la conducta de las dos condenadas, al incidir sobre datos personales referidos a la salud, afecta al "núcleo duro de la privacidad".

En el momento de los hechos (finales de 2010 y principios de 2011), las tres mujeres implicadas trabajaban en el Hospital Valle del Nalón, emplazado en Riaño (Langreo). En el momento actual, sólo una de las condenadas sigue trabajando en el centro sanitario langreano. Las otras dos ejercen en atención primaria.

La perjudicada por la indiscreción de sus compañeras, que ha actuado como acusación particular, llevaba tres años tratando de impulsar en los tribunales un castigo como el que ahora ha determinado la sección tercera de la Audiencia Provincial por fin le ha dado la razón. La sentencia está fechada el jueves de la semana pasada, día 22, y tuvo como ponente al magistrado Javier Domínguez Begega. Los jueces consideran "hechos probados" una serie de acontecimientos que permiten hacerse una idea muy exacta de lo que sucedió en el Hospital Valle del Nalón.

L. R. F. y P. C. F. trabajaban como fisioterapeutas interinas en el Hospital Valle del Nalón. Por eso disponían de acceso, con nombre de usuario y clave personal individualizada, al historial clínico de sus pacientes. Aprovechándose de este privilegio, accedieron al historial médico de su compañera, con la que no tenían vinculación asistencial alguna. L. R. F. lo hizo una vez. Entre tanto, P. C. F. fue más allá: llegó a entrar tres veces. Dado que cualquier maniobra en una red informática deja huella, estas incursiones pudieron ser comprobadas más tarde y empleadas como pruebas incriminatorias.

La sentencia precisa que, en el gimnasio del hospital, ambas profesionales comentaron entre ellas la información recabada, incluso "en presencia de los pacientes a los que atendían", mencionando a quién se referían. Una de estas pacientes actuó después como testigo.

El Ministerio Fiscal pidió ya de entrada dos años, seis meses y un día de prisión, y seis años de inhabilitación absoluta, para las dos trabajadoras sanitarias indiscreta. Éstas, por su parte, se declararon inocentes y esgrimieron, entre otros argumentos, que podía haber sido la propia denunciante la que había accedido a sus datos empleando las claves de sus compañeras. Luego se constató que en dos de las fechas en las que se registraron los accesos al programa informático la víctima "no estaba trabajando". Finalmente, los jueces han aplicado las penas que solicitaban la fiscalía y la acusación particular.

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