- ¿Maduro ha sacado de la cárcel a Leopoldo López?
-Lo que está ocurriendo en Venezuela es intolerable e inadmisible desde el punto de vista del respeto elemental a las normas de convivencia y a la democracia. El Gobierno de España está reclamando con absoluta rotundidad la necesaria vuelta a un sistema democrático de libertades.
- Usted es ingeniero y ministro de Fomento. Ante situaciones de este tipo, ¿le gustaría estar al frente de un Ministerio más político que técnico?
-Lo que hago en el Ministerio de Fomento me apasiona. Me considero muy afortunado y no tengo ningún deseo adicional. Tengo colmadas todas mis aspiraciones. Estoy muy agradecido y pendiente únicamente de no defraudar la confianza que el Presidente ha depositado en mí.
- Las infraestructuras suelen ser proyectos a largo plazo. ¿Resulta frustrante saber que uno sólo inaugurará ideas de otros y que otros pondrán en servicio ideas de uno?
-Soy un convencido de la planificación, y las planificaciones hay que hacerlas a largo plazo. En el arranque de esta legislatura estamos aprobando planes muy importantes para el futuro y que van a trascender la legislatura. Hablo, por ejemplo, del documento de regulación aeroportuaria, del plan de navegación aérea, del plan de vivienda... Cuanto más consenso exista, mejor, porque así se garantiza que un eventual cambio de signo político no dé al traste con lo que tienen que ser proyectos-país.
- Lleva ocho meses en el cargo, tiempo suficiente para evaluar la herencia. ¿A cuáles enviaría al infierno y a cuál elevaría al olimpo?
-Ni al infierno ni al olimpo. Desempeñar un puesto de responsabilidad es siempre difícil. Estoy convencido de que todos habrán pasado enormes dificultades para impulsar proyectos y resolver problemas. Me gustaría ser positivo y pensar que, habiéndolo hecho mejor o peor, todos habrán dado todo de sí mismos para que los proyectos salieran adelante.
- ¿Con qué frecuencia despacha un ministro de Fomento con el Presidente del Gobierno?
-Todos despachamos habitualmente con el Presidente. En reuniones bilaterales, en reuniones de grupo o en las habituales conversaciones telefónicas para los temas que debe conocer o que requieren tomar decisiones importantes. Lo que sí puede decirse de Mariano Rajoy es que es un Presidente enormemente cercano a su equipo.
- ¿Puede llegar a ser desesperante esa tremenda lentitud que se le atribuye en la toma de decisiones?
-No. La lentitud puede llegar a confundirse con la prudencia, y son dos cosas distintas aunque tengan apariencias similares. A Rajoy se le acusó de lentitud cuando no pidió el rescate de España, y hoy se ve con muchísima claridad que aquello era prudencia, sensatez y sentido común. En eso, el Presidente es, de todas las personas con las que he tenido la oportunidad de trabajar en mis responsabilidades políticas, la más sosegada y tranquila a la hora de tomar decisiones importantes, y sobre la que menos presión se puede ejercer.
- ¿Mariano Rajoy es amigo de echar broncas?
-Nunca.
