La vacunación ha tenido unos efectos espectaculares en Asturias. El año pasado, a estas alturas, Asturias había registrado 5.503 casos de varicela, una cifra muy elevada, bastante superior a la de años anteriores. Este año, se llevan contabilizados 752 casos, la cifra más baja de los últimos tiempos con diferencia. "Estamos sorprendidos, no nos esperábamos que la vacuna funcionara tan bien", explicó ayer Ismael Huerta, jefe del servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Consejería de Sanidad del Principado.
La inmunización de todos los niños de quince meses y tres años se inició el 1 de abril de 2016, fecha a partir de la cual la vacuna fue incluida en el calendario vacunal y comenzó a ser financiada por el Principado. Hasta entonces, ni siquiera estaba disponible en las farmacias porque el Ministerio de Sanidad había decidido retirarla alegando que estaba siendo mal empleada por los padres. Únicamente se administraba a los niños de diez años que ni habían sido vacunados previamente ni habían pasado la enfermedad. Por eso algunas familias asturianas peregrinaban a Portugal o a Francia en busca del medicamento. Hasta la fecha, el tiempo ha dado la razón a los padres y a los pediatras. Con todo, "no puede descartarse que se produzca un brote en cualquier momento", advierte Ismael Huerta.
"La cobertura de la vacuna está siendo muy buena. Ha sido aplicada a cerca del 95 por ciento de los niños para los que está indicada", subraya Belén Aguirrezabalaga, pediatra del centro de salud de Montevil (Gijón) y coordinadora del grupo de trabajo sobre vacunas de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap). "Las familias están muy receptivas. Algunos padres incluso nos preguntan si es aconsejable que la compren en la farmacia y se la den a sus hijos sin esperar a que cumplan diez años", agrega la doctora Aguirrezabalaga.
Esta alusión a los diez años se debe a que la vacuna de la varicela se administra en dos dosis, si bien en algunas comunidades autónomas se ha decidido aplicarla sólo a los quince meses. En Asturias, la Administración sanitaria y los pediatras han determinado que las edades más idóneas para aplicarlas son los quince meses y los tres años. El problema es que, durante el periodo en el que la varicela estuvo excluida del calendario vacunal, muchos niños se perdieron una de las dosis, y por eso el Principado decidió que los "rescatará" cuando cumplan diez años proporcionándoles una dosis de recuerdo. Algunos padres no quieren esperar.
En el primer semestre del año pasado, las tasas de varicela fueron particularmente elevadas en Asturias. Las áreas sanitarias de Oviedo y Avilés se convirtieron en las más más azotadas por la enfermedad. Las cifras son muy elocuentes. En las 25 primeras semanas del año (que viene a equivaler al primer semestre), en el área de Avilés se habían registrado 104 casos de varicela en 2015. En 2016, la cifra en ese mismo periodo ascendió a 1.440 (14 veces más). En las primeras 25 semanas de este año el volumen de afectados ha caído a 95 casos. Esta montaña rusa en las estadísticas también se observó en el área sanitaria de Oviedo. Siempre con la referencia de las 25 semanas primeras, se pasó de 553 casos a 2015 a 1.949 en 2016 (casi el cuádruple) y a sólo 148 en la primera mitad de este año.
El gráfico que ilustra esta información manifiesta que la caída de la incidencia de la varicela ya se inició en el segundo semestre de 2016, y se ha mantenido en lo que va del presente ejercicio. "El impacto de la la vacunación está siendo mucho más rápido de lo previsto", indica el jefe del servicio de Vigilancia Epidemiológica, quien prefiere no cantar victoria, puesto que aún existe una bolsa de niños menores de diez años sin vacunar que, sobre el papel, están en condiciones de generar brotes.
