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El pájaro que mide el cambio climático

Un estudio sobre el gorrión alpino investigará cómo el calentamiento global está afectando a las poblaciones de la montaña asturiana

María Delgado mira con unos prismáticos en busca de gorriones alpinos en el parque natural de Las Ubiñas-La Mesa. CHIARA BETTEGA

Mientras que media Asturias busca a la desesperada el calor, el gorrión alpino sobrevuela los más altos macizos de la cordillera Cantábrica para envolverse en el frío. Esta ave vive en un permanente invierno: en neveros, situados a casi 2.000 metros de altitud. El problema es que el cambio climático está derritiendo literalmente su hábitat. La sevillana María Delgado, investigadora posdoctoral de la Universidad de Oviedo, estudiará a este pájaro durante los próximos cuatros años en el parque natural de Las Ubiñas-La Mesa con el objetivo de saber cómo el calentamiento global está afectando a las montañas europeas.

¿Y por qué utilizar esta especie como medidora del cambio y no otra? Porque, como explica Delgado, del gorrión alpino "no se conoce prácticamente nada", hay curiosidad científica. Su comportamiento nomádico es todavía hoy un enigma. Pese a ser muy pequeño (entre 5 y 19 centímetros de longitud), es capaz de hacer maratones por el cielo. "El reciente trabajo de un compañero demostró que esta ave puede estar en invierno en los Pirineos y en verano en Suiza", comenta la bióloga, que desarrolla el proyecto gracias a una beca "Ramón y Cajal". Aún más interesante será descubrir la razón por la que, una vez concluido el período reproductivo a mediados de agosto, los nuevos ejemplares se incorporan a familias diferentes. "Los grupos forman bandos de centenares de individuos, pero no sabemos cómo", reconoce la sevillana, de 38 años. El trabajo, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, es el primero que atiende a la población asturiana, "la más interesante" de la península Ibérica, pues "representa el límite del rango en su rango de distribución". "En España también está presente en los Pirineos, pero se trata de una población reproductora más pequeña y sólo existente en invierno", detalla.

Para saber más del gorrión alpino y de la incidencia del cambio climático en la montaña, María Delgado y su equipo de trabajo estudiarán las aves mediante la instalación de emisores. De momento, han sido instalados localizadores en cuatro ejemplares y el objetivo es llegar a treinta este año. La muestra se extenderá también previsiblemente a los Pirineos y a los Alpes.

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