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Preocupación social por los incidentes nocturnos

El cóctel de drogas y alcohol alimenta las agresiones juveniles, avisan los expertos

Psicólogos y psiquiatras advierten: "Los menores se están descontrolando por el consumo de sustancias" - "La forma de ocio más habitual de los jóvenes se basa sólo en emborracharse", dicen habituales de la noche

El cóctel de drogas y alcohol alimenta las agresiones juveniles, avisan los expertos

Los psiquiatras y psicólogos relacionan el repunte en el número de agresiones físicas y sexuales entre jóvenes en zonas de ocio nocturno en Asturias con "el consumo desmedido de alcohol y drogas", especialmente entre menores de edad. "El alcohol genera mucha agresividad ya de por sí; consumiendo además otras sustancias es mucho peor", asegura la psicóloga María Arias Iglesias a este periódico. El psiquiatra Julio Bobes va incluso más allá: "Todo esto está marcado por el uso de alcohol y otros psicoestimulantes. Las fiestas se celebran básicamente para consumir estas sustancias, o están muy mediadas por el uso y abuso de psicoestimulantes y alcohol. Esta tendencia se agrava especialmente en menores a partir de los 14 años", asegura el prestigioso psiquiatra.

Los casos de agresiones físicas y sexuales detectadas en el Principado en los últimos meses llevan a los expertos a preguntarse por el origen del problema. "Generacionalmente ha habido un cambio. Ahora se sale más por la noche, se consumen drogas y alcohol de forma habitual o casi socialmente aceptada. Si la gente joven se somete a estos riesgos tan temprano, la forma de gestionarlo es mucho más complicada en una edad adulta", explica Arias.

El músico Andrés Da Silva, de 22 años, que actúa habitualmente en locales de copas, coincide con los expertos al señalar que "las peleas y agresiones sexuales tienen que ver con que los bares casi te regalan el alcohol". "Además, el ocio de los jóvenes es salir emborracharse y ponerse hasta arriba de todo. Antes la gente salía a un concierto, a bailar o al cine. Ahora desde los 14 o 15 años se sale únicamente a emborracharse", asegura.

El psiquiatra Julio Bobes explica los peligros a los que se exponen aquellos que se exceden en el consumo de alcohol y drogas. "Facilitan primero los tropiezos, no medir bien, actuar de forma desinhibida. Un ambiente en el que hay presencia de sustancias psicotrópicas da lugar a conflictos, respuestas desproporcionadas por parte de quienes las consumen", afirma.

Si el abuso de estas sustancias es considerado cada vez más como el catalizador de las situaciones de violencia, la deficiente educación aparece, en opinión de expertos y asociaciones de padres, como el motivo del consumo generalizado a edades cada vez más tempranas. "Si verdaderamente se trata de un problema de alcohol, estamos muy lejos de solucionarlo, no hay concienciación. Promovimos una charla sobre el abuso de alcohol en menores hace un tiempo y solo vinieron tres familias", lamenta Clara Díaz, presidenta de la Federación Asturiana de Padres de Alumnos (FAPA). Díaz añade: "Las agresiones sexuales está vinculadas al pensamiento de la sociedad actual: falta educación y sanción, los jóvenes no tienen respeto por nada". Las impresiones de Eva Feito, estudiante universitaria de Farmacia y de 21 años concuerdan con lo expuesto por Díaz. "Lo primero es la educación. Hay que tener unos valores y un respeto que no se tienen. Sobre todo con la falta de respeto a la libertad de la mujer", sentencia Feito.

Para los expertos consultados, la única alternativa para evitar que los jóvenes caigan en conductas violentas es la intervención de los progenitores. "Cada vez llaman más padres preocupados por sus hijos", indica María Arias. Y añade: "En estos casos los chavales suelen mostrarse fríos y distantes, no siguen las normas. Si tu hijo está raro no hay que obviarlo porque puede haber un problema muy gordo detrás".

El "no consumas" no vale

No obstante, algunos profesionales discrepan. "Desde los años 90 se viene educando a los jóvenes con la idea de 'no consumas'. Pero los jóvenes consumen y hay que educarles para que no terminen en un problema peor", cuenta el educador social Pablo Quiles, que además relata las estrategias que ponen en práctica desde la asociación en la que trabaja. "Nosotros hablamos con chicos que ya consumen o que son consumidores potenciales y les enseñamos cómo consumir alcohol con responsabilidad, cómo ayudar a un amigo que está borracho, los efectos del alcohol y cómo no deben mezclarlos para evitar males mayores sin necesidad de ser abstemios", considera Quiles.

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