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La nefasta situación de las becas y contratos de investigador: insuficientes, erráticos y con una evaluación anticuada

Las convocatorias de las becas o contratos de investigación que se realizan en el Principado en los últimos años son, según los científicos, un "completo desastre". Los motivos son varios. Uno de ellos, fundamental, son las convocatorias. Según explicó el nanotecnólogo Pablo Alonso, "no sólo son claramente insuficientes desde el punto de vista de la financiación, sino que son totalmente irregulares en el tiempo: nunca se sabe si se van a convocar o no, con lo que no sabes si se puede continuar con el proyecto al año siguiente. Y la resolución es igual de desastrosa, con plazos larguísimos. Eso imposibilita planificar una carrera científica".

El profesor e investigador Ángel Manteca destacó que las becas o ayudas son ahora contratos laborales, "que es lo positivo". La parte negativa es que "en los últimos años, las convocatorias predoctorales (programa Severo Ochoa) y postdoctorales (programa Clarín) son un completo desastre, y hemos ido claramente a peor: financiación muy reducida, no se convocan todos los años, y las fechas de convocatoria y resolución son completamente erráticas. Se está fomentando que los estudiantes empiecen el doctorado sin ninguna garantía de que se convoque una ayuda predoctoral en el año siguiente al que acabaron su máster. Entre que esperan a que se convoque la ayuda, y se resuelva, pueden pasar entre uno y dos años, lo que supone que muchas ayudas predoctorales las estén consiguiendo estudiantes de doctorado de segundo año. Hay estudiantes que después de estar dos años trabajando en un laboratorio, se encuentran con que no consiguen la ayuda predoctoral. De este modo se está fomentando que sólo puedan hacer un doctorado los estudiantes que puedan permitirse trabajar sin cobrar".

Pablo Alonso destaca que el sistema de concesión debe "cambiarse por completo". "No puede ser que haya grupos investigadores perpetuos que eligen a sus integrantes, sino que se debe de evaluar al solicitante según su currículo, a sus méritos, y que ellos elijan con quién quieren trabajar. Eso elevaría enormemente la competitividad de los equipos y permitiría atraer talento nacional e internacional a medio y largo plazo". Ángel Manteca coincide en que "sería muy positivo cambiar el sistema de evaluación de las ayudas predoctorales, por ejemplo, evaluando al candidato independientemente del grupo receptor. Además, no es justo que se valoren méritos más allá de las fases de grado y el máster, como publicaciones, asistencias a congresos, que sólo pueden tener estudiantes de doctorado que ya lleven unos años trabajando en un grupo de investigación".

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