"Solidaridad, igualdad y futuro" fueron las palabras escogidas por Juan Pablo Durán, presidente de la Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales de la Unión Europea (CALRE), para definir a la Unión Europea. La institución, que engloba a 78 parlamentos de ocho países, celebra en Oviedo, acogida por la Junta General del Principado de Asturias, su vigésimo aniversario. El encuentro sirve para reflexionar sobre el papel de las regiones en una Europa sumida en una de sus peores crisis. Ante los retos que suponen el aumento del euroescepticismo, la sacudida que supondrá el "Brexit" británico o la crisis de imagen que ha supuesto la gestión de las oleadas de inmigrantes, los parlamentarios de las regiones europeas creen que debe resurgir una Unión Europea renovada, con un protagonismo de los territorios regionales y con una mayor participación que permita acercar las instituciones al ciudadano y resolver sus problemas reales.

"Vivimos en tiempos muy cambiantes, todo va muy rápido y, por ello, es conveniente hacer un parón y reflexionar sobre el futuro de Europa. Por eso estamos aquí, para hablar sobre el papel de las regiones en una Europa que se tiene que reformular", explicó el máximo representante de la Conferencia de Presidentes de Parlamentos Autonómicos (Coprepa), el valenciano Enric Morera i Catalá.

Los parlamentarios hicieron público ayer el vigésimo manifiesto de la institución, con el que pretenden ampliar el diálogo ante los desafíos que afronta la Unión Europea y, sobre todo, dar visibilidad al papel de los ciudadanos en la toma de decisiones:. "Ahora los ciudadanos demandan algo más que una participación indirecta; quieren ser partícipes de las decisiones que se toman en lugares en los que ellos no pueden decidir y que condicionan sus vidas. Por ello, se deben abrir fórmulas y vehículos para que la ciudadanía no solo opine, sino que participe. Hay que democratizar las instituciones europeas", aseguró Juan Pablo Durán.

La presidenta del Congreso de Poderes Locales y Regionales del Consejo de Europa, Gudrum Mostler-Tornstrom, también reclamó la importancia de la visibilidad local y regional: "No se ve una euforia europeísta porque las instituciones están alejadas de la gente de la calle. Es a nivel regional y a nivel local desde donde más se actúa. Hay que empezar a entender Europa de otra manera", aseguró. Por su parte, Enric Morera i Catalá, coincidió con ambos: "Es importante que la Unión Europea se redefina y que en ese proceso conecte con la ciudadanía de las regiones y los poderes locales. Estamos en un mundo global pero las políticas tienen que ser de abajo a arriba porque esas políticas afectan a los ciudadanos".

En el mismo año en el que se celebra el sesenta aniversario de los tratados que dieron origen a la UE, se da una de las principales crisis del proyecto europeísta: El desempleo, la amplia disparidad regional, la migración que presiona a los gobiernos locales y regionales, la incertidumbre del "Brexit" y sus implicaciones todavía desconocidas son algunos de los desafíos que afronta la Unión Europea en estos momentos, según asistentes al seminario de ayer.

"En un contexto en el que Alemania y otros países están llevando políticas ultranacionalistas y referéndums para irse, hay que ser más fuertes para que la Unión Europea evolucione y se convierta en una institución renovada, más social y que de verdad tenga en cuenta los intereses de la ciudadanía. Si no, terminaremos perdiendo la capacidad de participar en las decisiones del mundo", subrayó el presidente.

La duda del escepticismo

¿Ha aumentado el euroescepticismo? Los asistentes ayer a la reunión de parlamentarios mostraban respuestas discrepantes. "Yo creo que ha aumentado porque lo veo en mis hijos. Debido a la mala gestión de la situación de los refugiados, la Unión Europea ha perdido legitimidad", aseguró Enric Morera i Catalá. La opinion contrapuesta la dio Juan Pablo Durán: "El número de escépticos no ha aumentado según encuestas de hace una semana. Precisamente han sido las políticas que colocaban el discurso euroescéptico para ganar votos, lo que ha hecho despertar al ciudadano. Es necesario incluir al ciudadano en las políticas para acabar por completo con el euroescepticismo".

Independientemente de si el número de euroescépticos haya aumentado o no, todos coinciden en afirmar que la Unión Europea necesita restablecer la confianza de los ciudadanos "centrándose en los temas que importan". "En los próximos 20 años me gustaría ver una Europa en la que los ciudadanos sienten que su voz realmente se escucha, con individuos empoderados y donde la UE mejora la vida diaria de la gente". "Me gustaría ver una Europa en la que los niveles de gobierno locales, regionales, nacionales y de la UE trabajen juntos para garantizar que se ofrezca lo mejor a los ciudadanos a los que sirve", aseguró Karl-Heinz Lambertz, Presidente Electo del Comité Europeo de las Regiones.

En cuanto a la política ante los refugiados, Durán admitió que "no puede ser noticia que hayan aterrizado en España ciento y pico refugiados; eso debería de ser lo normal pues prometimos acoger a un número determinado. Lo que debería de ser noticia es que se haya cumplido esa promesa". declaró el presidente de Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales de la Unión Europea (CALRE), Juan Pablo Durán. Y una última reflexión tras recibir la UE el Premio Princesa de Asturias de Concordia: "La UE no es perfecta pero hemos tenido paz y estabilidad y los refugiados no se van a Arabia Saudí; se quieren venir a Europa".

La jornada de ayer concluyó con un encuentro con el presidente del Principado, Javier Fernández, y una visita al Museo de Bellas Artes de Oviedo. Javier Fernández, defendió ayer la necesidad de reforzar el proyecto de la Unión Europea, precisamente porque atraviesa "uno de sus peores momentos". Pese a ello, indicó, siendo una "construcción humana envidiable". Durante su breve intervención, Fernández, explicó que Asturias "es una de las regiones con mayor vocación europea" de España, al entender que Europa era y es "una edificación política que se convirtió en uno de los grandes relatos del siglo XX", y "si algún día cayese, el primer deber sería reconstruirla".