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Del total de llamadas que atiende diariamente el Centro Coordinador de Transinsa, alrededor de 600 son salientes, es decir, están relacionadas con avisos y necesidades de comunicación al enfermo. "No podemos perder de vista que trabajamos con personas que, además, tienen una salud delicada; para aprender a tratarles siempre de la mejor manera posible, realizamos periódicamente cursos de formación en comunicación al paciente", explica Santa Catalina.
Entre las razones que pueden llevar al Centro Coordinador a modificar los itinerarios de las personas que requieren un servicio de transporte medicalizado entre sus hogares y sus centros de salud u hospitales, se encuentran también las altas hospitalarias. Aunque siempre bien recibidas por cuanto suponen la noticia de la recuperación de un paciente, "son necesidades sanitarias no predecibles que pueden alterar la programación prevista para el día", indica Santa Catalina. De hecho, solo en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) se firman entre 40 y 50 altas diarias a distintos lugares del mapa asturiano. Algunas necesitan ser gestionadas por Transinsa y, una vez reciben el aviso, en el Centro Coordinador deben recalcular horarios y reconducir las rutas.
En total, los teléfonos de la sala de coordinación suenan en llamada entrante, aproximadamente, 900 veces al día. En general son avisos de nuevas necesidades médicas, como las mencionadas altas hospitalarias o la incorporación de nuevos pacientes a su red de transporte.
Aunque los enfermos a los que da servicio la empresa de ambulancias son residentes en Asturias, el ámbito de cobertura se extiende, en realidad, a todo el territorio nacional. El jueves pasado, cuando LA NUEVA ESPAÑA giró visita a las instalaciones, ambulancias de Transinsa rodaban simultáneamente en lugares tan dispares como Santander, Baracaldo (País Vasco), Puertollano (Ciudad Real) o Madrid.
"No siempre necesitamos mandar tantas ambulancias fuera de Asturias, pero sí es habitual tener al menos una o dos haciendo servicio en otras regiones peninsulares", asegura Santa Catalina.
A menudo, se trata de desplazamientos de pacientes asturianos que enferman fuera de la región, por ejemplo, durante sus vacaciones, y requieren ser trasladados a sus centros hospitalarios de referencia. Pero no siempre es así: "a veces nos encargamos de llevar a personas que están siendo atendidas en Asturias a otros hospitales fuera de la región que son referencia en las necesidades de atención que necesitan", informan desde el centro.
La conducción
El vaivén de los desplazamientos en carretera puede resultar un inconveniente para el enfermo si no se le presta atención, máxime en los desplazamientos de largo recorrido, o al viajar por carreteras en curva o con pendientes o desniveles. Por eso, "lo más importante es que la conducción se adapte a las necesidades del paciente", destaca Viveca Santa Catalina. Para asegurarse de ello, en el Centro Coordinador disponen de una aplicación de geolocalización y conducción eficiente que permite conocer en todo momento la posición exacta de sus ambulancias en el mapa. Cada vehículo representado aparece en verde si está en marcha, en amarillo si se encuentra en ralentí, o en rojo si no está en circulación. El mural digital, que encabeza la sala de coordinación, permite también conocer datos como la velocidad de circulación o de frenado de cada ambulancia.
Transinsa dispone de cuatro modelos de vehículo diferentes, en función de que el servicio sea programado -no urgente- o de emergencia y de las necesidades de cada paciente. Así, se distinguen los vehículos convencionales, para traslado individual de enfermos que no requieren asistencia médica en ruta, y los colectivos, para recoger a los heridos más leves tras un accidente o a enfermos que precisan de un traslado desde su domicilio al hospital o viceversa.
En cuanto a los traslados de urgencia, existen dos tipos de servicios: el soporte vital básico y el avanzado. El segundo, más conocido como UVI móvil, integra un "pequeño hospital" a bordo del vehículo.
Los desplazamientos vacacionales de asturianos hacia otros lugares de España y la mayor afluencia de turismo que visita la región en verano aumentan la carga y el ritmo de trabajo en el Centro Coordinador de Transinsa. "A partir de junio, ya empezamos a notar que aumenta la demanda de servicio", apunta Viveca Santa Catalina, que atribuye esta mayor necesidad de traslados en ambulancia al éxodo de asturianos que deciden pasar sus vacaciones en otros puntos del mapa peninsular.
En concreto, el Levante español es una de las zonas que las ambulancias asturianas más visitan durante el periodo estival. La semana pasada, por ejemplo, una dotación fue enviada a la localidad alicantina de Villajoyosa, adonde se había desplazado un grupo de personas mayores para pasar sus vacaciones. "Algunos tienen casitas de veraneo en la costa mediterránea; en ocasiones enferman o tienen algún accidente y precisan de una ambulancia que les traiga de vuelta a Asturias", explica Santa Catalina.
Por otro lado, la atracción turística que despiertan destinos como Arriondas y Ribadesella, ante la celebración del Descenso Internacional del Sella, o el Xiringüelu, la fiesta grande de Pravia, donde se concentran miles de personas, también dispara el número de ambulancias en servicio dentro del territorio asturiano. "En celebraciones que reúnen a tantas personas, ponemos en circulación dispositivos especiales que nos permitan actuar rápido si se requiere atención médica", subrayan desde el Centro Coordinador de Transinsa, que, en estos casos, trabaja en coordinación con el servicio del SAMU.
