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Marruecos expulsa al asturiano José Luis Navazo por grabar un vídeo que nunca filmó

El periodista gijonés denuncia que lo echaron del país "de forma arbitraria"

El periodista asturiano José Luis Navazo, en una de sus incursiones en Marruecos. LNE

El periodista asturiano José Luis Navazo (Gijón, 1966) fue expulsado de Marruecos la semana pasada. "Fue algo totalmente arbitrario. Dicen que estábamos grabando un vídeo, algo que está prohibido, pero no tienen ninguna prueba", afirma Navazo, exiliado temporalmente en Ceuta, donde pasa unos días con sus hijos, que viven en Tetuán. "La casa donde viven con su madre está siendo vigilada por la Policía. Tuve que venirme a la ciudad autónoma con lo puesto, no me dejaron pasar a coger el ordenador ni la cámara y, por supuesto, le han prohibido a mi familia que me los traiga", asevera Navazo, que confiesa "no saber cuándo podrá volver a entrar en el país para estar con su mujer e hijos".

Todo sucedió el martes pasado, cuando el periodista asturiano caminaba por Tetuán en compañía de Fernando Sanz, delegado del Correo Diplomático. "Nos pidieron la documentación y nos dijeron que teníamos que acompañarles a Comisaría. El trato fue correcto, ni siquiera nos interrogaron. El problema vino cuando ellos mismos nos trasladaron a la frontera en un coche blanco sin identificación policial y nos dejaron fuera del país", relata Navazo. El periodista asturiano no puede evitar sentirse "sorprendido". "Tras diecisiete años entrando allí a escribir, avisando siempre de forma previa de los temas que iba a abordar y haciéndoles llegar mi hoja de ruta, no entiendo por qué debo enfrentar una situación como ésta. Nunca he escrito una sola línea contra el país o su rey", explica.

Navazo tuvo que enfrentar otra situación problemática en 2010, cuando no fue autorizado a entrar en el país vecino. "Había habido un problema en un campamento saharaui y yo tenía previsto entrar a Marruecos como turista. Mis hijos, aunque son asturianos como yo, estudian en un colegio español en Tetuán y, por tanto, pasan allí su vida. No tenía previsto hacer artículo alguno sobre el tema y, sin embargo, no me dejaron entrar en el país durante tres meses", recuerda.

A la vista de los acontecimientos, no es de extrañar que Navazo se muestre preocupado por la situación. "La vida en Marruecos es muy complicada ahora mismo. El rey Mohamed VI proclamó durante su discurso de aniversario en el trono que liberaría a los presos políticos que hay en Marruecos", cuenta Navazo. "Hasta ahora, lo único que ha hecho es conceder el indulto a un grupo de jóvenes de la Juventud Islámica del partido Justicia y Desarrollo, su partido, que habían justificado y se habían regodeado del asesinato del embajador turco en Ankara", dice José Luis Navazo.

"El problema es que ahora mismo sigue habiendo más de un centenar de presos políticos, entre ellos una decena de periodistas. Por ejemplo, Mohamed El Asrihi lleva bastante tiempo preso y totalmente aislado en una celda de la cárcel de Casablanca. No sabemos nada más de él", apunta. La situación que describe Navazo parece especialmente complicada para los periodistas que trabajan en tierras marroquíes. "Tengo un miedo tremendo a que me hagan una jugada sucia en la frontera. Cualquier día me meterán droga en el coche y ahí me quedaré. Siempre trato de ser precavido, cuando voy a las regiones montañosas dedico bastante tiempo a revisar los bajos del automóvil, por si las moscas", subraya.

El origen del problema, según Navazo, está en "la ausencia de política africana del Gobierno español". "Nadie nos defiende allí, sin embargo, los marroquíes mandan millones de personas a colonizar Ceuta, Melilla y les damos de todo. El problema de España no es el 'procés', es Ceuta, Melilla y los peñones", sentencia.

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