La instalación de chiringuitos ilegales en las orillas del Sella trae de cabeza a la patronal y a los ayuntamientos a los que pertenecen los distintos tramos por los que discurre el descenso en canoa. Son de una simpleza absoluta, pero anuncian con un megáfono, desde la orilla, los productos que ofertan. El coordinador de la mesa de turismo de FADE y presidente de OTEA ya los definió como "artefactos improvisados y sin los niveles de calidad mínimamente exigibles para un servicio digno, que trasladan una imagen de dejadez, de oportunismo y de cutrez absolutamente inaceptable".

La patronal no sólo plantea su eliminación, sino que se levantes en los puntos que se consideren más idóneos instalaciones en las que se pueda ofrecer a los turistas un servicio digno, dotado de botiquín, aseos, vestuarios e incluso con personal de Protección Civil, para atender cualquier circunstancia que pueda surgir a lo largo del recorrido que realizan los turistas, que en número elevado son familias con niños.

Por otro lado, el diputado regional de IU, Ovidio Zapico, incidió ayer en la necesaria "reordenación" de servicios en el Sella para conseguir un turismo sostenible. Ya la semana pasada, durante una visita a Cangas de Onís, denunció la presencia "abusiva y desmedida" de piraguas en el río, que enmarca dentro de la "masificación" que "sufren", entre otros atractivos turísticos, como los Lagos de Covadonga.