Los robos de vehículos se han disparado un 25 por ciento en el primer semestre del año en Asturias, un dato que contrasta con la bajada espectacular que se aprecia en otro tipo de delitos, como los atracos violentos o los asaltos a viviendas. Las fuerzas de seguridad no ven un patrón determinado en este incremento y descartan la actuación de grupos organizados. En los seis primeros meses del año se denunciaron 213 robos en vehículos, frente a las 170 del mismo periodo en 2016. Es previsible que esta tendencia se mantenga, ya que durante el verano es habitual un aumento de los robos en el interior de vehículos, en zonas de playa y ocio.

Tanto las fuerzas de seguridad como las aseguradoras encarecen a los propietarios de vehículos que extremen las medidas de seguridad. "No se debe dejar nada a la vista que incite a los amigos de lo ajeno, ni siquiera en el garaje de la propia comunidad de vecinos, donde se están incrementando este tipo de robos", indica el corredor de seguros José Antonio Cima. En cualquier caso, la incidencia de los robos de vehículos no es muy alta en Asturias respecto a otras regiones. Lo prueba el hecho de que las primas de seguro que cubren robos o incendios, son "muy ajustadas, de entre 30 o 50 euros", según Reinerio Sarasúa, presidente del Colegio de Mediadores de Seguros del Principado. "No hay una especial sensibilidad respecto a estos robos", dice.

Los robos de vehículos suelen relacionarse con su uso para otras actividades delictivas. Es el caso del gijonés detenido la semana pasada por la Guardia Civil, quien se dedicaba a robar coches, generalmente en lugares de fiesta, para desplazarse a otras localidades, como Candás, Luanco o Piedras Blancas para asaltar allí bares y comercios. En su caso, elegía sobre todo coches Ford Escort. El destino de los vehículos robados suele ser el extranjero, donde se venden con el número de bastidor borrado. En ocasiones, estos vehículos se despiezan.

El aumento de robos de coches es prácticamente la única nota disonante de la estadística dada a conocer por el Ministerio del Interior. Los robos con violencia e intimidación bajaron en el primer semestre del año casi un 30 por ciento, de 291 a 207. También los robos con fuerza, un 12 por ciento, bajando de 981 a 862. El robo en domicilios descendió un seis por ciento, de 546 a 511. Hasta los hurtos -más de 3.600- experimentaron un ligero descenso. El número global de delitos fue de 12.647, frente a los 12.882 de 2016.

Llama la atención el descenso de los delitos de sangre. En la primera mitad del año hubo un solo homicidio (tres en 2016) y otros cinco intentados, frente a los siete del año pasado. Hubo además ocho agresiones sexuales con penetración, frente a las nueve de 2016. Por contra, suben de 61 a 64 otros delitos sexuales, como los abusos o la pornografía infantil. Suben además ligeramente los delitos de lesiones y riña tumultuaria, que fueron 181, frente a los 179 de 2016. Destaca también el aumento de los casos de drogas, que pasaron de 45 a 58.